martes, 16 de enero de 2018

EN EL ÚLTIMO VIAJE

Silencio
Cementerio civil de prisioneros,
( II Guerra Mundial)
Construcción del Puente  sobre el río Kwai,
 Kanchanaburi, Tailandia
Fotografía de
Adela Sánchez Santana


BÚSQUEDA


Porque nos moriremos ambos cualquier día
-el asunto parece insoslayable-
investigo febril un epitafio digno,
un sintagma desnudo,
una hermosa metáfora, perfecta y calculada
como un mecanismo de relojería;
una frase feliz,
predestinada letra para un himno de guerra
que nos libre por siempre
de una mediocre paz inmerecida;
que incluso soliviante
la sangre remansada de nuestros contertulios.

Más que la eternidad es el olvido
quien fascina a los muertos.

          (De Enemigo leal, Sevilla, 1992)



6 comentarios:

  1. Estoy segura de que muchos daríamos un buen tramo de eternidad con tal de que no nos olvidaran del todo.
    Qué buen poema José Luis! Un abrazo,
    Sandra.

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    1. Yo no lo sé, querida Sandra, en el poema hay un punto de ironía ante esa contingencia insoslayable que reporta la ausencia. Un fuerte abrazo, poeta.

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  2. La fama es un olvido aplazado. Ya somos el olvido que seremos.

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    1. Un abrazo, somos olvido, pero somos también un empeño tenaz en luchar contra el tiempo, en dar sosiego a lo transitorio. Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu comentario.

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  3. Respuestas
    1. Seguimos en el empeño, Tracy, ya sabes que los propósitos son más hermosos en la imaginación que cuando se consiguen. Que tengas una estupenda jornada. Abrazos.

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