Cualquier biografía preserva un aporte sentimental que justifica el paso del tiempo y que se agranda al ser evocado de nuevo. Son recuerdos que conexionan con la felicidad y dibujan en la memoria un friso inolvidable. Incluyo algunos: el entusiasmo juvenil que puse en la primera entrega de Luna Llena y el temblor de mi voz agradeciendo las colaboraciones para la revista; la estampa de poeta en la calle que me dejó José Agustín Goytisolo y el largo paseo por las calles de Oviedo, cuando me dedicó el libro Palabras para Julia; el intenso diálogo con Joan Margarit en un bar de Cambrils, y su ánimo al abordar la edición crítica para Letras Hispánicas; los días en Béjar con Susana R. y Ángel González, invitados por Luis Felipe; la imagen de biblioteca ideal que percibí en la casa de Luis Alberto de Cuenca, cuando entreviste al poeta de La caja de plata; la palabra didáctica de José Saramago entremezclando castellano y portugués en su visita a Rivas...
Instantáneas que regresan para dejar un poco de vida en el efímero discurrir del calendario.
Querido josé Luis:
ResponderEliminarBienvenido al universo bloguero, José Luis.
Tu "Puentes de papel" será a partir de ahora uno de los que pasee con frecuencia.
Te dejo el mío por si te apetece echarle un vistazo.
http://eljuegodelataba.blogspot.com/
Un fuerte abrazo, amigo.
Me encantó estar a tu lado en algunos de esos viajes, amigo.
ResponderEliminarUn abrazote.