- DE VARIA INTENCIÓN
Retórica para zurdos
José María Cumbreño
Editora Regional de Extremadura
Cáceres, 2010
Uno de los más conocidos esquejes de Antonio Machado, Juan de Mairena suplantó la retórica por un compendio de reflexiones encaminado a persuadir y conmover, a difundir argumentos que ayuden al lector a elaborar su personal punto de vista ante los límites difusos de la realidad. En esta línea puede leerse la antología de breves Retórica para zurdos, nueva entrega de José María Cumbreño (Cáceres, 1972), autor con un amplio inventario de géneros.
Una nota previa, aquí reproducida por su utilidad, traza las coordenadas del volumen: “Éste es, a la vez, un libro viejo y nuevo. Viejo porque en él se recogen textos que pertenecen a otros libros anteriores (publicados o inéditos), aunque, eso sí, unidos por un motivo común: la literatura dentro de la literatura. Nuevo porque parte de lo que aquí aparece lo hace habiéndose escrito expresamente para un cuaderno de estas características, donde el arte y su tramoya protagonizan una peli que, como todas, tiene entre sus personajes a un bueno, un malo y un villano.” El texto aclara la propensión a lo metaliterario, a extraer literatura de la literatura, pero la autonomía textual diversifica la intencionalidad incluso dentro de cada una de las cuatro secciones que componen esta salida.
Hay fragmentos que buscan la esencia, que sacuden su hojarasca para que muestre una oculta carga simbólica, podrían ser versos o integrarse sin más en el discurso lírico de un poema minimalista; otros sugieren escenas que actúan como memoria activa de lo cotidiano, de ese devenir aleatorio del que podemos tomar todo tipo de argumentos y situaciones proclives al microrrelato. Otros aportan literatura pedagógica, son entradas de una enciclopedia particular que propone enunciados y definiciones en los que la paradoja o la sorpresa sirven para ensanchar aristas conocidas.
El conceptismo, esa savia concentrada que alienta en la severa brevedad de aforismos y epitafios, es nota común que se reitera a lo largo del libro en el que no falta sitio para las enseñanzas de la tradición.
Retórica para zurdos aglutina piezas verbales, eslabones sutilmente enlazados que en su conjunto crean una ilusión de realidad, un entramado coherente que multiplica la carga expresiva de las palabras. El trabajo del autor – escriba con la diestra o con la zurda; es decir cambie enfoques o perspectivas - es siempre el mismo, buscar, seleccionar y combinar significados que ayuden, sea cual sea el formato, a conocerse y a caminar hasta el otro, esa prolongación cercana de nuestra identidad.
Me encanta que hayas disfrutado de este trabajo de José María [a mí me encantó cuando lo leí] y que lo hayas reseñado. El tipo y la obra se lo merecen.
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