La parte por el todo. (Antología poética 1998-2011)
José María Cumbreño
La Isla de Siltolá, Sevilla, 2011
La preceptiva literaria denomina sinécdoque a la figura que nombra la parte por el todo. Tan meticulosa definición sirve a José María Cumbreño (Cáceres, 1972) para agrupar una amplia muestra de su itinerario poético, un camino hacia el sur de las palabras, desde 1998 a 2011. Las citas liminares aglutinan diversidad, apenas condicionan la libertad del lector para sumergirse en una escritura que inicia Las ciudades de la llanura. Nos hallamos ante una lírica de escasa confesionalidad, proclive a la paradoja y al tono aforístico. Se alternan textos largos y breves, compartiendo un discurso enunciativo y lógico, inspirado en referencias culturales. Sodoma, la bíblica ciudad destruida por la ira divina, es el escenario paradigmático que concede al lugar una existencia onírica, fuera del tiempo. Varias composiciones adoptan el formato de un monólogo dramático, entre ellas resaltan “La estatua de sal” y “Condiciones para encender una hoguera”.
La siguiente entrega, Árbol sin sombra, aporta seis textos de semántica unitaria. Los versos aparecen como fragmentos desgajados que refuerzan la pausa meditativa, el sosiego sensorial ante el paisaje. Cada poema se hace con estrofas autónomas, con reflejos semánticos sin ilación causal.
De los espacios cerrados opta por el poema en prosa; la voz sugiere acotaciones teatrales. Véase “Decorado”. La existencia es un juego escénico en el que cada identidad interpreta un papel. El decorado acoge una secuencia enlazada en una trama. El núcleo central del libro funciona como un muestrario semántico en el que cada término se asocia a una definición implicativa, al aporte inédito. Otros textos emplean la enumeración caótica hiperrealista y el efecto humorístico; así sucede en “Cosas que me sacan de quicio”, una hilarante conjugación del femenino singular.
Un título que recuerda el universo narrativo de Julio Cortázar, Estrategias y métodos para la composición de rompecabezas aglutina versos en los que el sujeto recurre a la paradoja y a la reflexión. El poema homónimo que da título a esta antología es muy breve: “Todas las casas se construyen con presencias y ausencias. / El ladrillo que se pone será un muro. / El ladrillo que no sé pone será una puerta”.
Cada escritura define una cartografía de senderos que se bifurcan en pasos y obsesiones. En Diccionario de dudas volvemos a hallar el poema en prosa que funciona como definición de un aserto sustantivo (La muerte o su símbolo: la guadaña y la muerte), de un verbo o de cualquier término gramatical. Leemos en la extrema condensación de “Maestro”: “El maestro debe tener menos certezas que sus alumnos”.
La conciencia evocadora de una personalidad identificada sirve de pretexto para la Breve biografía apócrifa de Walt Disney. Se opta por una formulación discursiva, hecha de mínimos textos autónomos.
Quienes gusten de la retórica bibliográfica percibirán dos datos de interés en los últimos títulos: Límites y progresiones amanece en la Colección Narrativa, de Baile del Sol, y Retórica para zurdos sale de imprenta en la Colección Ensayos Literarios de la Editora regional de Extremadura; de este modo se evidencia una estética que obliga a los géneros literarios a una confabulación para alzar una casa común, de habitaciones homologadas. Es el lector quien establece tipologías, quien sugiere si es un poema en prosa, o un aforismo, un relato hiperbreve o un apunte.
Cierra el volumen Genealogías que hace suyo un principio iconográfico: la yuxtaposición de imágenes crea una sensación de movimiento; del mismo modo, el poema se convierte en un texto omnívoro que aglutina, actos, pensamientos, mensajes externos, sensaciones. El personaje verbal tiene rostro especular; un alter ego derivado del pacto autobiográfico que lleva una existencia verificable.
Se clausura con una composición metaliteraria: “Una misma palabra puede significar una cosa y la contraria. / Igual que un mismo color unas veces representa la pureza y otras, / la muerte. / De hecho, las palabras pueden significar cualquier cosa. / Cualquier cosa. / Excepto la verdad. “
El decurso creador de José María Cumbreño concilia géneros, amalgama lirismo y pensamiento en un claro propósito de captar sentidos múltiples mediante formas abiertas. Diversa y singular, en la antología La parte por el todo subyace una cohesión armónica y las señas de identidad de un escritor que bucea con ánimo exploratorio, que se acerca a la práctica poética de antecedentes como Antonio Gamoneda y José Ángel Valente. Una voz que impone una codificación reconocible, una vía más para el poema del siglo XXI.
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