El tango de Penélope
Jaime Martínez
II Premio Poesía Universidad de
Oviedo
Oviedo, 2012
En el primer paso de su escritura, Jaime Martínez (Oviedo, 1993) explora
el almacén cultural y saca de los repletos estantes sentidos nuevos, que salen a escena en
El tango de Penélope. El tierno
personaje de la Odisea, símbolo de fidelidad y paciente espera ante la ausencia
del enamorado, se reactualiza y se viste de ironía con un fondo musical
pausado, a ritmo de tango, y aparece flanqueado por un puñado de citas selectas
de Calímaco, Oliverio Girondo, Jorge Luis Borges y el pensador F. Nietzsche.
Con esos mimbres amanece un poema conversacional, con adherencias
que definen la sensibilidad del ahora; el rostro multiforme de una etapa que prefiere eludir lo épico para centrarse en la lírica de los
sentimientos y en el hilo emotivo del presente.
Así se alza un escenario reconocible, donde se amalgaman pasos y
muros hechos con el descrédito de lo diario. La universidad, el hospital, la
cafetería son lugares de paso en los que confluyen situaciones experienciales
en las que se dan cita paradojas y contradicciones. Acogidos a la costumbre
de lo rutinario, los médicos que tratan una metástasis consumen
el tramo libre de su turno laboral entre jugosos pinchos del bar, mientras un
hombre espera la muerte; en habitaciones cercanas el dolor contempla el exilio de cualquier futuro. Lo cotidiano debe acostumbrarnos al
resplandor de la luz y a la oquedad espesa de la sombra.
Los poemas de Jaime Martínez prefieren un formato en verso libre, aunque
también se incluyen sonetos, y un vocabulario coloquial que mansamente conduce
hacia un final anticlimático; son composiciones en las que prevalece la
intensidad de un cierre sorpresivo, que busca romper la angustia crepuscular
o confía en la cuerda irónica para desmontar el
eco solemne de lo patético. Un buen ejemplo de lo que comento es el poema
“Diatriba contra “la Diatriba contra los muertos” que arranca con estos versos:
“La muerte no es tan mala. Se preocupa /
de amar mal a sus hijos, de tal forma / que los que están muriendo nos resultan
/ odiosos, purulentos y carentes / de todo escrúpulo social, de toda /
preocupación por el Estado o por / la última jornada de La liga. “
Toda poesía juvenil es una poesía indagatoria, de búsqueda, en la que
son evidentes los ecos de lecturas vertebradoras y los anclajes con voces anteriores.
Es lógico que en estos poemas de Jaime Martínez se aglutinen resonancias de
poetas figurativos y modelos que
ayudarán a conformar una voz personal, y que van de la mano de experiencias
autobiográficas, de tiempo recobrado en la memoria.
Los versos de Jaime Martínez siguen un itinerario conocido; el de la
poesía que expresa situaciones comunes y busca el contacto con la realidad
inmediata, sin altisonancias ni rebuscamientos, desde una introspección
intimista, con el verismo de la emoción compartida.
Siempre son muy de agradecer estos toques de atención a tu obra cuando empiezas.Siempre tan generoso, José Luis.Un beso fuerte.
ResponderEliminarQuerida Herme, ya sabes después de tantos años de afecto, que buena parte de mi tiempo lector ha sido dedicada a recorrer sendas de arranque. Así he tenido el privilegio de ver cómo se gestaban itinerarios posteriores reconocidos. Por otra parte, la cantera asturiana es como una bodega inacabable, llena de buenos caldos, como tu poesía.
EliminarCuida tu resfriado. Abrazos.
Otro libro para colocar en una lista de recomendaciones a la que resulta imposible seguir el ritmo... Un abrazo.
ResponderEliminarMi querido Fernando, sabes muy bien que la lectura es mi vida, más que la escritura e infinitamente más que la vida social. No debes agobiarte por los libros que quedan pendientes. Cada escritor tiene unos intereses y son ellos los que marcan sus visitas a los estantes de la biblioteca. Para mí la poesía es el género principal y a ella dedico todas las horas que puedo.
ResponderEliminarAdemás, mi biblioteca está a tu disposición; ya lo sabes.
Un fuerte abrazo y mi agradecimiento por estar siempre cerca de cuanto comento.
Buena reseña, José Luis. Al poeta aún le queda mucho por hacer, por buscar mientras se busca. (Como a todos, por otra parte.) Pero no está mal que empiece con brío, ganas y gente que le impulse.
ResponderEliminarA todos nos queda, Pilar; yo envidio de los jóvenes la ilusión que suscita la primera edición. Aquella perplejidad que crea el primer libro ante los ojos del autor. También su fuerza.
EliminarEL TANGO DE PENÉLOPE es un buen primer libro; no conozco al autor, pero tiene poemas con una excelente resolución final.
Gracias por tu lectura, Pilar. Abrazos lluviosos desde Rivas.