( "Abstracto", acrílico sobre lienzo, Diego Gallardo) |
Rezuma la nostalgia e importuna el regreso.
Hay que volver a casa,
a que otra vez despliegue la rutina
su ajada vestimenta y nos acoja.
La casa es un planeta a la medida
-un verso semejante describió otro regreso...-
y sus muros preservan
el oro sobrio de lo cotidiano,
cuya renta permite vivir con cierta holgura
y a menudo con gozo.
A la llegada, como feliz presagio,
el sendero olía a lluvia
y un renacido sol oreaba los muros.
( De Población activa, Deva, Gijón, 1994)
Que sigas disfrutando por muchos años de ese "oro sobrio de lo cotidiano".
ResponderEliminarUn abrazo
Querido Jesús, acabo de comentárselo a mis compañeras del instituto, mientras recordamos la fecha, tengo la sensación de que nosotros somos un camino en meandros en el que sólo está previsto el punto de llegada: ellas son el camino de vuelta.
EliminarUn abrazo y muchas gracias por asomarte al blog.
El cuadro se realizó en días de optimismo, lo cual intenté reflejar con la textura de la pintura y la impresión que supone el verlo desde una cierta distancia.
ResponderEliminarQuerido Diego, prefiero la pintura figurativa a la abstracción, pero de este cuadro me ha gustado mucho la disposición de colores y la fuerza del rojo que da, desde mi punto de vista, mucha textura emocional a la pintura.
EliminarEs un placer compartir contigo imagen y texto.Feliz fin de semana y un abrazo.
Amigo José Luis, precioso poema. Un canto a lo divino que hay en nuestra
ResponderEliminarvida diaria, en la que ,como bien nos dices, encontramos todo para vivir
si sabemos buscarlo para disfrute de nuestros sentidos.
Como siempre un lujo de lectura. Me encanta.
Un fuerte abrazo.
Hoy es un día muy grato para mí, querido Paco, me toca celebrar el laborioso quehacer de mi mujer y mis hijas y lo hago con un poema que dibuja la casa como un planeta minúsculo en el que cabemos todos. Siempre recibo tus palabras con alegría y siempre tienes ese punto de exageración que convierte la amistad en un don. Un fuerte abrazo.
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