Fotografía de Francisco Díaz de Castro, 2009 |
TELARAÑAS:
(A Juan M. Velázquez, por hacerme sentir un secundario de lujo)
Soy parte de su vida, me dice, abstraída en la telaraña.
Amanece. En el cristal de la buhardilla el abrazo tibio de
un sol cordial. Se nubla pronto.
Mi calle tiene cara de municipal con
cuaderno de multas.
Lluvia sin olor. Entre dos cuerpos un deseo neutral.
Con un buen libro actúo como un pasajero impaciente. No
dejo que se duerma.
¿Por qué lo sencillo es siempre tan complicado?
Una amistad discreta, con hule de plástico y sopa de
sobre.
Cuando me visita la incertidumbre, vacío en el correo la
bandeja de entrada. Después coloco en cada mensaje no leído las palabras justas.
Luego me dices que me ciega la amistad, -en parte llevas razón-
ResponderEliminarpero me encantan tus reflexiones, son un bálsamo en días como
hoy que el silencio debería de haber sido mi compañero de viaje.
Un fuerte abrazo.
Si puedes, descubre al detonante directo de estos aforismos, es Juan Velázquez, autor del libro SECUNDARIOS DE LUJO, publicado por la editorial ERIN hace unos años. Además, claro está, la enseñanza diaria de la vida al paso que, con tanta frecuencia, nos invita a comer en hules de plástico.Paco,tu amistad es un privilegio, y mis disculpas por robarte tanto tiempo,
EliminarUn abrazo doble, de día festivo.
> Mi calle tiene cara de municipal con cuaderno de multas.
ResponderEliminar+ válgame, ahora entiendo las muchas horas que te pasas encerrado en la buardilla de tu casa...
> Cuando me visita la incertidumbre, vacío en el correo la bandeja de entrada.
+ yo prefiero, sin embargo, bajar al bar y tomarme unas cañas con los amigos...
Hola Chisme, tu sentido del humor me viene bien para no prodigar suspensos en la Segunda Evaluación. Convendrás conmigo que los guardias municipales no son lo que eran y actúan con alevosa frecuencia con desmedido afán recaudatorio.
EliminarEn cuanto al correo, hay veces que mi ánimo no discurre con la lucidez necesaria y me aturullo; opto por lo más fácil: borrar mensajes. Lo de bajar al bar es un remedio que también practico, no creas; los días dan para buhardilla, jardín y centro comercial... Un abrazo fuerte.