Mutaciones
El agua de aquella playa exigía, para la completa seguridad del bañista, una especialización a ultranza. Dermis áspera y escamosa, pulmones branquiales, extremidades en aleta y el ojo circular de un pez abisal.
No todos los veraneantes sobrevivían a los dolorosos cambios, así que la municipalidad náutica optó por crear una categoría intermedia, para veraneantes de fin de semana y turistas accidentales. Compruebo, mientras escribo, que también se amplió el plazo de transición de las mutaciones, por mi difusa condición de hoy.
Jajajaja, lo mismo cuando vuelvas tienes que dormir en la bañera . . .
ResponderEliminarHumor fino, me encanta.
Un fuerte abrazo.
Aquí, ando querido Paco, con olor a pez entre mis folios.
EliminarYa sabes que de vez en cuando una sonrisa apaga cualquier gesto solemne.
¿Cómo va tu diálogo con Pablo Neruda?
Un fuerte abrazo.