atardecer en Lake Worth (Florida) |
Manías particulares
. Disculpa romántica. Cuando se emborracha se siente un gondolero.
. Todavía en el armario mis trajes de otoño: adusto, obsesivo y sedentario.
. Puntualidad modélica; deshace maletas a mitad de trayecto.
. El incesante agobio de la queja continua. Una pandemia.
. Pesimismo moribundo, con incurables problemas respiratorios.
. Temo el regreso. Me intriga su habilidad para hacer de cada encuentro la exacta medida del tiempo perdido.
. Equivalencias. El liberalismo y el sistema argumental de un crecepelo.
Jajaja, el de equivalencias es . . . buenísimo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.(no dejas de sorprenderme)
Hola Paco, ya de vuelta, retomo el hábito feliz del aforismo que me sirve para airear el fondo de armario de la vida diaria, tan lleno de contradicciones, tan frágil en sus certezas, tan dado a la apariencia.
Eliminarun abrazo fuerte en el reencuentro.
jaja, genial
ResponderEliminarCariños José Luis, un gusto haberte visitado
Bienvenida al blog; uno nunca sabe con quién dialogan las palabras; así que es un placer estar cerca.
EliminarMuchas gracias.
Bien hallado tras el paréntesis agosteño. Veo que vuelves en plena forma.
ResponderEliminarSi hubieses estado cerquita en nuestro viaje, habrías vuelto lleno de asombro. Florida es naturaleza al lado del hombre con una plenitud desconocida, donde, a cada paso, buscaban su sitio como animales domésticos serpientes, lagartos, ardillas, mapaches, cuervos, garzas y aligators...
EliminarPoco a poco iré subiendo fotos, y refrendarán lo que digo. Yo también espero que tu verano haya sido pletórico. Ya tengo la felicidad del reencuentro. Muchas gracias.