jueves, 17 de octubre de 2013

LA BIBLIOTECA Y EL ELEFANTE

Biblioteca del Centro C. Federico García Lorca 


LA BIBLIOTECA Y EL ELEFANTE
 
                        Para Rosa y Nuria, bibliotecarias 

" ... No es difícil pensarlo; soy de los que creen en una escuela imaginativa y transformadora, que asocie inteligencia y actividad intelectual. Sé que el proceso educativo necesita la continua presencia del libro. Si la enseñanza de la Lengua fomenta el entrenamiento verbal, el libro de lectura nos ayuda a entender los usos del habla y a expresarnos con precisión y claridad, a relacionarnos con las sendas de la realidad.
  El entorno ha cambiado y uno puede acercarse a la Lengua en compañía de nuevos formatos, con claro predomino de lo visual, pero la motivación, la voluntad y el papel social y comunicativo del lenguaje permanecen inalterables. Sólo mudan las estrategias. Y no conozco mejor estrategia para galvanizar una lengua viva que la biblioteca.
   Para enumerar sus funciones traigo a la memoria aquella vieja fábula del elefante indio, un cuento popular que reflexiona sobre la naturaleza de las cosas y nuestras impresiones sensoriales: “En un cercano bosque vivía una manada de elefantes. Alguno se acercaba a media tarde hasta las primeras chozas del poblado y, ante su presencia, eran muchas las recomendaciones maternas. Allí vivían cinco niños ciegos que empezaban a ir a la escuela. Un día preguntaron al maestro:”¿Qué es un elefante?” El maestro confiaba en la experiencia y se aproximó con sus alumnos a un elefante que pacía plácidamente. Fue dejando que cada niño ciego palpase al paquidermo. Uno tocó la piel rugosa del costado, otro la cola ondulante, otro la trompa, otro los colmillos y el último una oreja…Después se reunieron junto al maestro en un claro del bosque y relataron su impresión. El que acarició el costado dijo que el elefante era un muro; el que palpó la cola, una larga liana; el de la trompa habló de una serpiente; el del colmillo definió al elefante como una peligrosa lanza. Por último, el niño ciego que tocó la oreja creyó adivinar que era una palmera que aliviaba de las inclementes horas solares… “ Cada cual había experimentado con su tacto una sensación única y distinta.
Así que ya sabéis: la biblioteca es un elefante..."   

 
PD.- Charla inaugural del Club de Lectura en el IES Duque de Rivas (Rivas-Vaciamadrid)

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo. Un beso José Luis.

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    1. Qué bien me hubiese venido hoy tenerte cerquita y hablar juntos a los alumnos del amor a los libros, Herme. Como ves, ni siquiera los años nos quitan la ilusión del aula. Ni los legisladores analfabetos.
      A ver qué tal responden los alumnos. Abrazos.

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