domingo, 12 de enero de 2014
RECUERDO DE MI PADRE
Recuerdo de mi padre
Mi padre ponderaba la eficacia
como un tesoro extraño y valiosísimo,
escondido en el vientre de la tierra.
Solía levantarse muy temprano
con el tic-tac grabado en la memoria,
y dilataba oscuro una jornada
que concluía laso y taciturno.
Era su empeño inmune a la canícula.
Por él estuve interno tantos años
con la sola misión de hacerme un hombre.
(Entendamos: un hombre de provecho,
un atinado buscador de logros).
Mas el esfuerzo no valió la pena.
Él no tiene conciencia del fracaso.
Descubrió en la derrota
una patria feliz, compensatoria.
(Causas y efectos, Sevilla, 1997)
Uno de tus mejores poemas. Lo releo de vez en cuando. Gracias por escribirlo.
ResponderEliminarQuerido amigo, echaba de menos tu cercanía; en los últimos enlaces se han ido acumulando compromisos personales que no me han dejado tiempo para abordar un diálogo con calma. Pero la rutina ha regresado y con ella los hábitos de siempre.
EliminarEs un poema muy emotivo, es verdad; para mí tiene un significado repleto de mensajes. Vivo en ese tiempo del dolor que convierte la fortaleza de nuestros padres en fragilidad extrema. Nunca se entiende del todo esa cronología exasperante. Un fuerte abrazo.
Muy hermoso poema. Un estupendo homenaje al padre. A quienes se lo debemos todos, a quienes no debemos abandonar en sus últimos años. Estar cercanos a ellos, acompañándoles, escuchándoles, es lo menos que podemos hacer. Feliz domingo José Luis
ResponderEliminarMuchas veces, Jesús, el trabajo laboral nos ha conducido por caminos distintos, ha limitado el tiempo común, o sencillamente nos ha dejado en sitios muy alejados por la distancia. Entonces el reencuentro no es fácil y la decepción se hace más palpable. Pero la deuda está, y ese ánimo limpio que alumbró su esfuerzo para que creciésemos también. Por eso duele tanto su fragilidad. Un abrazo fuerte.
EliminarQué hermoso homenaje a quien, aún en sus últimos días, ya casi en un tiempo prestado, me mira a los ojos y me dice: "Qué injusta es la vida, tan larga pero que pasa tan deprisa que ahora no quiero irme . . ."
ResponderEliminarGracias por este poema . . . es el compendio de toda una vida.
Un fuerte abrazo.
Querido Paco, como te comenté en mi mensaje, entendí muy bien las sensaciones de ese estar en hospitales y centros de salud, intentando paliar los deterioros físicos paternos. No hay vuelta atrás. No sé si a nosotros nos tocará el mismo purgatorio, pero es muy duro. La verdad. Un fuerte abrazo.
EliminarQué cercano lo siento, José Luis. Excelentes versos que van mucho más allá de las propias palabras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Tal vez porque describen un mundo hueco, a oscuras, que solo se limita a esperar. Sé que entiendes muy bien el sentido profundo del poema: el niño que fuimos se quedó en sus ojos. Un fuerte abrazo.
EliminarHermoso y emotivo homenaje. Las enseñanzas de tu padre, su sentido pragmático, me recuerdan las del mío, fallecido hace unos años. Muchas gracias por compartir tanta y tan buena poesía (acabo de terminar 'Ninguna parte' y me ha causado una honda y gratificante impresión). Un abrazo.
ResponderEliminarCuando leí tu poema sobre el lector me sentí reflejado completamente; yo fui aquel joven perdido entre páginas, que percibía toda la belleza del mundo en las palabras. Y así sigo, con la esperanza de que siempre me quede un poco de luz para hacerme compañía.
EliminarEs un placer estar codo con codo. Así sucedió en la presentación de "Ninguna parte", donde tu presencia fue un picaporte mágico que abrió la puerta de la alegría.
La sombra de un padre es alargada como lo es la luz en este poema.
ResponderEliminarTú que percibes tan bien la belleza detrás del objetivo, entenderás la fuerza de esta fotografía. Ese sueño vencido que representa a cualquier padre, sentado en un parque, en un tiempo sin tiempo. Un reflejo certero de lo que nos aguarda. Un abrazo, Hilario.
EliminarUn poema sentido y hermoso. He disfrutado con su lectura. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, querida amiga, es un poema que pertenece al libro CAUSAS Y EFECTOS. Lo editó el ayuntamiento de Sevilla, con motivo de la concesión del Premio Luis Cernuda. Siempre ha sido uno de los poemas a los que he recurrido con más frecuencia por su carga emotiva. Un fuerte abrazo.
EliminarUn padre es el guerrero incansable. Hermoso poema, J. Luis. Qué no daría yo hoy por abrazarlo como hago con mi madre de 87 años, y con Alzheimer, pero la orfandad me hizo suya a los 9 años... ¡Es tan gratificante conocer los verdaderos sentimientos del ser humano...!
ResponderEliminarNuestros padres se dejaron la vida en el camino pensando que nosotros viviríamos por ellos; ese esfuerzo intenso, fuerte, incansable ahora pasa factura. Son tramos vitales que nos vuelven a acercar, que entremezclan sensaciones y sentimientos. Y ahí estaremos, con ellos. Un abrazo grande, Laura, y muchas gracias por asomarte al blog.
EliminarLos padres en general son así como describes en tu bello y profundo poema. Dan de sí mismos todo por el futuro de sus hijos, un futuro siempre incierto. Pero desean que se convierta en un devenir más gratificante que el de ellos. Un abrazo José Luis.
ResponderEliminarLa generación de nuestros padres tuvo unas condiciones vitales muy duras. Arrimaron el hombro pensando que los frutos serían visibles en las manos de sus hijos. Su generosidad y su terca voluntad son irrepetibles. Por eso siempre estarán en nuestra memoria. Un fuerte abrazo.
EliminarMis padres también están descontando días...83 y 85 años pero están bien aunque sé que queda poco tiempo....ellos me hicieron y todo lo que soy se lo debo...me siguen enseñando todavía...y su fuerza y seguridad me acompañan...el día que se vayan me quedaré sin referencias....emotivo poema José Luis. Gracias.
ResponderEliminarCuesta contemplar ahora aquella fuerza que nos fue haciendo como sombras recluidas en el rincón. Ellos marcaron la senda que nosotros seguimos y por eso estarán siempre con nosotros.
Eliminarun fuerte abrazo, querido amigo.