Ahora vivo debajo,
con vocación de sima.
A tientas me desplazo
sin que se marquen huellas
ni dejen una imagen
los lugares de paso.
Nada sucede aquí.
Nada sucede.
Hermoso poema para el inicio del verano, que espero sea excelente para ti y tu familia, y con muchos lugares de paso llenos de poesía. Un abrazo muy cariñoso.
Qué alegría. querida amiga, "escuchar" tus palabras de nuevo en este blog. Junio es un mes que desborda por la concentración de asuntos, pero tienes razón, queda muy poco para el verano y seguro que habrá sitio para la conversación sosegada y el encuentro. Abrazos cordiales.
Pasar por todo una vez, una vez solo y ligero, ligero, siempre ligero..... sin que se marquen huellas ni dejen una imagen. Enlazo tu poema con el de León Felipe, que releo en estos días, ambos, al fin, dejan esa huella invisible de la poesía que nos hace más llevadero el camino. Un fuerte abrazo.
Querido amigo, esa sensación de levedad que dejan nuestros pasos en la senda diaria también habita en tu poesía. Así somos: tercas sombras sobre el acantilado de la incertidumbre. Abrazos.
Amigo José Luis, He declarado una tregua unilateral por descanso del personal. Me estoy dedicando a echar curriculum a todo cuanto encuentro a mi paso, he actualizado mis ofertas en infijobs y trabajar y estoy presentado mis credenciales en todo aquel sitio que tiene maquinaria. Estoy preparando también el discurso para la boda de mi hija, el 12 de Julio y claro la mujer me lleva arrastras a todos los sitios -yo me dejo sin muchos remilgos- en fin, sigo con tu "puente de papel" en el horizonte que tan bien despeja las nubes y deja el día claro y con aire limpio. Un fuerte abrazo.
Cada acto de voluntad no es más, querido Paco, que un ejercicio de libertad serena. Así que sólo desearte que esa tregua unilateral te sea provechosa y que pronto se resuelva todo de la mejor manera. Abrazos y disfruta de la familia.
Un pasar silencioso, como si nada sucediera, y sin embargo ahí, en rincones silenciosos encuentro lo que busco, intangible, pero cierto, como si nada fuera y puede ser el todo.
Me encanto este poema por el silencio que encuentro en él, porque lo dices así, como si nada fueras.
Acabao de visitar tu tanka de hoy que tiene el gesto cálido del verano; tu blog es siempre un itinerario sugerente. Yo paso una etapa de espera, en la que se van limpiando las páginas de los asuntos pendientes para dejar sitio al descanso. Abrazos.
Claro que sí, Susana, por eso lo mejor es mirar desde el acantilado con los ojos cerrados. No sabes qué ilusión me hace tu presencia en este blog. Un abrazo cordial.
Muchas gracias Morante por dedicarme "tus acantilados". Espero que el impulso transformador de la tristeza nos permita cambiar el poder de las mareas. Muchos ánimos y muchos versos. Esperanza Hernández
La amistad siempre es una fuerza de cambio, así que seguimos juntos también en la distancia. No olvidaré tu apoyo a la lectura estos meses y tu continuo aliento. Además la épica generacional sigue en pie. Abrazos.
me dispara tu poema la urgencia trashumante para mirar la mar y sentir la tierra en la huella sin mentir el viento y la altura qué para ese "vivir debajo" y llevar a bocajarro el oblicuo horizonte, me es esperanza, tu "nada sucede" y alegría haber hallado tus versos entre la deriva del ser, abrazo!
Alegría que comparto por encontrar tus palabras en este blog. Sé que la literatura sin lectores es sólo sombra y sé también que la mirada cómplice convierte a las palabras en un diálogo. Un abrazo y gracias por tu aliento.
Hermoso poema para el inicio del verano, que espero sea excelente para ti y tu familia, y con muchos lugares de paso llenos de poesía. Un abrazo muy cariñoso.
ResponderEliminarQué alegría. querida amiga, "escuchar" tus palabras de nuevo en este blog. Junio es un mes que desborda por la concentración de asuntos, pero tienes razón, queda muy poco para el verano y seguro que habrá sitio para la conversación sosegada y el encuentro. Abrazos cordiales.
EliminarPasar por todo una vez, una vez solo y ligero, ligero, siempre ligero..... sin que se marquen huellas ni dejen una imagen. Enlazo tu poema con el de León Felipe, que releo en estos días, ambos, al fin, dejan esa huella invisible de la poesía que nos hace más llevadero el camino. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQuerido amigo, esa sensación de levedad que dejan nuestros pasos en la senda diaria también habita en tu poesía. Así somos: tercas sombras sobre el acantilado de la incertidumbre. Abrazos.
EliminarParece que nada pasa pero en nuestro interior algo crece, después va tomando forma de pájaro, mapa o poema y algo sucede. Hermoso poema. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias María José; ya es una permanente costumbre tu afecto y lo disfruto con la felicidad cómplice de estar cerca en la amistad y en la poesía.
EliminarAmigo José Luis, He declarado una tregua unilateral por descanso del personal. Me estoy dedicando a echar curriculum a todo cuanto encuentro a mi paso, he actualizado mis ofertas en infijobs y trabajar y estoy presentado mis credenciales en todo aquel sitio que tiene maquinaria. Estoy preparando también el discurso para la boda de mi hija, el 12 de Julio y claro la mujer me lleva arrastras a todos los sitios -yo me dejo sin muchos remilgos- en fin, sigo con tu "puente de papel" en el horizonte que tan bien despeja las nubes y deja el día claro y con aire limpio. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarCada acto de voluntad no es más, querido Paco, que un ejercicio de libertad serena. Así que sólo desearte que esa tregua unilateral te sea provechosa y que pronto se resuelva todo de la mejor manera. Abrazos y disfruta de la familia.
EliminarUn pasar silencioso, como si nada sucediera, y sin embargo ahí, en rincones silenciosos encuentro lo que busco, intangible, pero cierto, como si nada fuera y puede ser el todo.
ResponderEliminarMe encanto este poema por el silencio que encuentro en él, porque lo dices así, como si nada fueras.
Un abrazo.
Acabao de visitar tu tanka de hoy que tiene el gesto cálido del verano; tu blog es siempre un itinerario sugerente. Yo paso una etapa de espera, en la que se van limpiando las páginas de los asuntos pendientes para dejar sitio al descanso. Abrazos.
EliminarSiempre sucede... y más cuando leemos poesía. En esos acantilados, siempre hay huellas y miradas.
ResponderEliminarUn abrazo
Claro que sí, Susana, por eso lo mejor es mirar desde el acantilado con los ojos cerrados. No sabes qué ilusión me hace tu presencia en este blog. Un abrazo cordial.
EliminarMuchas gracias Morante por dedicarme "tus acantilados".
ResponderEliminarEspero que el impulso transformador de la tristeza nos permita cambiar el poder de las mareas.
Muchos ánimos y muchos versos.
Esperanza Hernández
La amistad siempre es una fuerza de cambio, así que seguimos juntos también en la distancia. No olvidaré tu apoyo a la lectura estos meses y tu continuo aliento. Además la épica generacional sigue en pie. Abrazos.
Eliminarme dispara tu poema la urgencia trashumante para mirar la mar y sentir la tierra en la huella sin mentir el viento y la altura qué para ese "vivir debajo" y llevar a bocajarro el oblicuo horizonte, me es esperanza, tu "nada sucede" y alegría haber hallado tus versos entre la deriva del ser, abrazo!
ResponderEliminarAlegría que comparto por encontrar tus palabras en este blog. Sé que la literatura sin lectores es sólo sombra y sé también que la mirada cómplice convierte a las palabras en un diálogo. Un abrazo y gracias por tu aliento.
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