Tanto y tanto silencio Antología poética María Teresa Espasa Prólogo de Ricardo Bellveser Vitruvio, Madrid, 2014 |
TANTO Y TANTO SILENCIO
Tras una larga senda creadora, María Teresa Espasa presenta una amplia
selección poemática en Tanto y tanto
silencio, con un exhaustivo liminar de Ricardo Bellveser, que apunta ejes
temáticos, singularidades y compromisos de la escritura en la búsqueda
continua del verbo necesario. Es una edición muy oportuna; contribuye a
reactualizar los poemarios de una voz que
ha publicado un buen número de libros y cuyo trabajo intelectual acoge
también el estudio ensayístico y la coordinación de antologías, junto a la organización de
ciclos literarios o la coordinación de tertulias, encuentros, pliegos de poesía
y de la revista Corondel.
En esta muestra están representados los distintos momentos escriturales,
con mínimas correcciones, en los títulos más antiguos, y se prioriza la última
etapa con más textos antologados, y con el complemento de algunos inéditos que
dejan las huellas dactilares del trabajo actual. Se ha dicho con frecuencia que
un escritor es siempre una mirada redundante que una y otra vez vuelve a los
mismos temas, para dejar expuestas sus preocupaciones esenciales. Y María Teresa
Espasa no es una excepción porque los núcleos centrales son cuatro o cinco
asuntos atemporales que se remozan en la caligrafía de cada poeta.
La
amanecida está representada por Desierto
articulado; el conjunto ocupa los estantes de las librerías en 1992. Era un
tiempo donde la línea figurativa imponía con fuerza su registro, pero la autora
prefiere la senda individual para gestar una lírica reflexiva, en la que el yo
poemático actúa como voz desdoblada del sujeto biográfico. En un marco urbano, la
mirada introspectiva da cuenta de sentimientos y afanes, recuerdos, sensaciones
y pérdidas, porque ese es el sino existencial que protagoniza cada conciencia.
En la década de los noventa, la etapa más fecunda de la autora, firma
otros cinco títulos, entre libros y cuadernos poéticos, El bazar de los insomnios, El
gesto habitual de la torpeza , Las
flores idílicas, El ocio de la
gaviota y Cuando puedas llama.
Son títulos que dibujan nítidamente una poesía vivencial, que testimonia el
paso incierto de lo diario, amalgama acción y quietud, apuntes sensoriales
y pensamiento.
Toda poesía de madurez conlleva un enfoque elegíaco. El ser transitorio
del yo se enfrenta a un acontecer crepuscular hecho de límites y distancias. Tanto y tanto silencio cede sitio en los
últimos libros seleccionados al cierzo del otoño, a esa forma de callejear por
la incertidumbre que deja en nuestros pasos melancolía y cansancio.
Por último, clausura el libro un puñado de inéditos. Otra vez el tiempo
y su erosión está presente en la descripción de los entornos al paso, de igual
modo que las relaciones entre el yo y el otro en un ser que no está nunca ajeno
a las turbulencias del presente, al compromiso explícito con lo real.
Tanto y tanto silencio sigue,
con un criterio cronológico, la aportación lírica de Maria Teresa Espasa. Los
versos bracean entre la interrogación dubitativa de quien pregunta al tiempo y
la asunción de unas pocas certezas que hacen más llevadera la memoria de lo que
ya no es. Poesía cálida, emotiva, con la mansa cadencia de una lluvia de otoño.
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