San Agustín, Florida, 2013 Fotografía de Adela Sánchez Santana |
EL OTRO
Le conozco muy bien, sé lo que piensa
-por más que la certeza suene a pedantería-.
Ama cuanto yo amo y a menudo acostumbra
a confundir rutina y existencia;
como yo justifica el razonable precio
por encima del cual se vendería,
como yo gesticula, como yo decepciona;
si aparezco vencido él no oculta sus síntomas
de claro agotamiento y he de anotar
con cuanta diligencia
acude a mi llamada silenciosa.
Hablaría del amigo perfecto para el viaje.
Lo impide su manía de guardar la distancia.
Siempre está al otro lado del espejo.
Mapa de ruta ,Granada, 2010
El horror de los espejos y su cristal impenetrable.
ResponderEliminarDescubrir que más allá de ti comienza un espacio impenetrable donde esperas tú mismo.
¿Pero quién eres tú? ¿Quién soy yo? ¿Quién me mira desde el otro lado del espejo?
Que haya sueños es raro, que haya espejos también. La realidad aún más.
Y como decía Borges:
"Dios ha creado las noches que se arman
De sueños y las formas del espejo
Para que el hombre sienta que es reflejo
Y vanidad. Por eso nos alarman."
Somos sombras y luces, la certeza de que apenas hay sitio para un único pensamiento, el o duplicado que habita en los espejos y nos mira con la mirada limpia del asombro. Abrazos, amigo.
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