domingo, 5 de octubre de 2014
SESIÓN DE NOCHE.
SESIÓN DE NOCHE
Para Miguel y su chica;
para Ivana y su chico,
en la feliz butaca de los sábados
El argumento es fatuo, maniqueo, creíble.
Es casi madrugada. Una tenue luz rosa
recorta el contraluz de una silueta hermosa.
Ël no sabe qué hacer y hace lo previsible.
Alquilan un desván. En un combate loco
entrechocan los labios como espadas a muerte.
Agotado y feliz sueña que tuvo suerte
porque sobrevivió. Y ese botín no es poco.
El recuerdo atestigua una mujer al lado,
la habitación a oscuras, la difusa escalera,
el portazo después, la indulgente portera
que ahora le llama chulo y depravado
y su voz desmedrada le persigue en la acera.
A salvo. Ve el carmín varado en la camisa
e ignora a qué apostar -si todo a llanto, o risa-
porque ni está el reloj ni la cartera.
Algo triste, murmura que la vida es escuela.
Lo piensa, y mientras fuma en medio de la calle,
la cámara nos deja un plano de detalle,
los achinados ojos de alguien que se consuela
en la esquina más gris de la ironía,
con volutas de humo y escasa convicción.
Duermen en las butacas escombros del guión.
Las cervezas alivian sed y melancolía
porque esta vez la historia no ha terminado bien.
Irrumpe en la pantalla el salvador The end.
Mapa de ruta, Granada, 2010
Disfruté la película hasta el The end. Y qué poder salvador el de las cervezas... Gracias, una vez más, por compartir tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias a ti por hacer de cada entrada un diálogo fértil y próximo; sé que estamos muy cerca en la forma de entender el poema y sé también que este blog sería mucho más gris sin la cercana confidencia de amigos como tú. Abrazos de domingo.
EliminarQué bien me lo he pasado con tu sesión de noche, casi un guión de película. Me ha gustado mucho. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarAsí es Paco, es la película diaria de quien buscó a la chica y se encontró sin reloj y sin cartera... Pero la búsqueda sigue porque esa chica es el perfil de un sueño. También a mí me ha encantado tu paseo de hoy. Un abrazo.
EliminarVe el carmín varado en la camisa
ResponderEliminare ignora a qué apostar -si todo a llanto, o risa-
porque ni está el reloj ni la cartera.
Siempre risa José Luis, aunque la risa duela.
Bstos.
Siempre risa, Dolores, porque la vida es solo ver tu sonrisa cerca y hallar en ella el afecto continuo de la buena amistad. Besos, amiga.
EliminarAy, esos escombros de guión durmiendo en sus alejandrinas butacas. Y ese maridaje entre cine y literatura. Me recuerdan aquel otro verso: si las pelis acaban mal, como la vida.
ResponderEliminarAbrazos, desde la penumbra, mientras pasan los títulos de crédito de esta proyección cotidiana.
Y lo malo, querido Amando, es como esos títulos de crédito se van haciendo cada vez más escuetos y más fatalistas. Sí, la peli acaba mal, como la vida. Un abrazo poeta.
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