Hola querido poeta; sé que tu retina está llena de nuevos paisajes, pero alrededor siempre habitan también los signos mudos del discurrir, ese tiempo finito que nos ata a la nada. Un fuerte abrazo.
Buenos días José Luis. Decadencia y abandono. Triste foto, tristes versos o quizá mi retina que hoy no es capaz de ver la belleza en lo implícito. Muchos bstos.
Ya sabes que los latidos de la contemplación pertenecen al espectador y no al objetivismo del entorno. Las cosas están ahí, mudas, pacientes, y es nuestra mirada la que describe su temperatura. Pensé que te vería en la presentación de EL ALQUIMISTA DEL TIEMPO, en Covibar; no hubo suerte, así que no pude darte un abrazo. Te lo remito desde aquí, con el afecto de siempre.
Gracias por el abrazo José Luis, lo recibo con todo tu cariño y lo aprecio tanto más que sabes (o intuyes) que lo necesito. Esta semana he estado fuera de Madrid por eso no pude ir a la presentación de José y lo lamenté mucho, tenía muchas ganas de estar con vosotros. Besos de nuevo y nos vemos pronto.
Gracias a ti por todo este tiempo de solidario afecto. La verdad es que apenas me entero de lo que pasa alrededor y no intuyo casi nada. Tenía que terminar un libro y corregir pruebas, y tengo que decidir de una vez si me meto en una edición crítica sobre poesía o dejo el proyecto. A ver si hablamos. Lo de Covibar, pese a las ausencias, resultó muy bien. Un abrazo.
Recuerdo con tus versos y la fotografía aquel memorable libro de Rafael Morales titulado "Canción sobre el asfalto". Después de todo esos objetos nos superan; existen. Nosotros dejaremos de existir.
La no existencia, querido poeta, también es una forma de existir. Más descansada, supongo. Así que no hay que ser pesimistas: la inmortalidad es un asunto insufrible: poquito y gozoso es mucho mejor. Nada de pesimismo, poeta; la inteligencia es la capacidad de adaptación. Seguimos en pie. Abrazos fuertes y enhorabuena por ese cálido homenaje pucelano.
Tal vez porque nuestros consejos mutuos (yo también me asomo a diario a tus reflexiones escriturales en la red ) concluyen en las sillas hospitalarias de los mismos bares. Por cierto. ¿Alguna vez podré invitarte a una cerveza en buena compañía? Un fuerte abrazo.
La fotografía es parte del trabajo gráfico de Toledo Llaboratory, una artista que siempre facilita cualquier colaboración con la poesía. Así que solo me queda hacer que el texto construya un puente de palabras afines. Gracias por tu voz, querida amiga, también es una alegría encontrarme con tus reflexiones literarias y afectivas. besos.
Y es una causa común con tu talento hacer del haiku una estrofa diaria y cotidiana. Hablo prontito contigo por correo electrónico para pedirte un favor. Y mi enhorabuena por la presentación valenciana de tu antología. Un abrazo entrañable.
Siempre me llaman la atención los objetos domésticos fuera de lugar, abandonados...siempre los miro...es como si tuvieran pasado pero no supieran su futuro, como si esperaran algo que nunca va a llegar...quizás sea esa infinitud de la que hablas José Luis. Qué gusto leerte. Un abrazo! Sandra.
La maravillosa fotografia de Toledo Llaboratory apunta otros ojos que no deben desdeñarse: también en lo más humilde hay una belleza discreta y colorista, un matiz que justifica la existencia. Un fuerte abrazo. Y un privilegio tu amistad.
Qué cantidad de sugerencias a partir de esos tres versos, que tan bien encajan con la imagen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola querido poeta; sé que tu retina está llena de nuevos paisajes, pero alrededor siempre habitan también los signos mudos del discurrir, ese tiempo finito que nos ata a la nada. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarBuenos días José Luis.
ResponderEliminarDecadencia y abandono. Triste foto, tristes versos o quizá mi retina que hoy no es capaz de ver la belleza en lo implícito.
Muchos bstos.
Ya sabes que los latidos de la contemplación pertenecen al espectador y no al objetivismo del entorno. Las cosas están ahí, mudas, pacientes, y es nuestra mirada la que describe su temperatura. Pensé que te vería en la presentación de EL ALQUIMISTA DEL TIEMPO, en Covibar; no hubo suerte, así que no pude darte un abrazo. Te lo remito desde aquí, con el afecto de siempre.
EliminarGracias por el abrazo José Luis, lo recibo con todo tu cariño y lo aprecio tanto más que sabes (o intuyes) que lo necesito.
EliminarEsta semana he estado fuera de Madrid por eso no pude ir a la presentación de José y lo lamenté mucho, tenía muchas ganas de estar con vosotros.
Besos de nuevo y nos vemos pronto.
Gracias a ti por todo este tiempo de solidario afecto. La verdad es que apenas me entero de lo que pasa alrededor y no intuyo casi nada. Tenía que terminar un libro y corregir pruebas, y tengo que decidir de una vez si me meto en una edición crítica sobre poesía o dejo el proyecto. A ver si hablamos. Lo de Covibar, pese a las ausencias, resultó muy bien. Un abrazo.
EliminarRecuerdo con tus versos y la fotografía aquel memorable libro de Rafael Morales titulado "Canción sobre el asfalto".
ResponderEliminarDespués de todo esos objetos nos superan; existen. Nosotros dejaremos de existir.
Un abrazo querido amigo y perdona este pesimismo.
La no existencia, querido poeta, también es una forma de existir. Más descansada, supongo. Así que no hay que ser pesimistas: la inmortalidad es un asunto insufrible: poquito y gozoso es mucho mejor. Nada de pesimismo, poeta; la inteligencia es la capacidad de adaptación. Seguimos en pie. Abrazos fuertes y enhorabuena por ese cálido homenaje pucelano.
EliminarGracias, querido amigo.Sigo tus consejos; como siempre.
EliminarUn abrazo, José Luis.
Tal vez porque nuestros consejos mutuos (yo también me asomo a diario a tus reflexiones escriturales en la red ) concluyen en las sillas hospitalarias de los mismos bares. Por cierto. ¿Alguna vez podré invitarte a una cerveza en buena compañía? Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tus palabras y la fotografía que las origina.
ResponderEliminarLa fotografía es parte del trabajo gráfico de Toledo Llaboratory, una artista que siempre facilita cualquier colaboración con la poesía. Así que solo me queda hacer que el texto construya un puente de palabras afines. Gracias por tu voz, querida amiga, también es una alegría encontrarme con tus reflexiones literarias y afectivas. besos.
EliminarImagen y haiku evocan muy bien esa finitud inevitable. Es un placer entrar aquí. Saludos,
ResponderEliminarY es una causa común con tu talento hacer del haiku una estrofa diaria y cotidiana. Hablo prontito contigo por correo electrónico para pedirte un favor. Y mi enhorabuena por la presentación valenciana de tu antología. Un abrazo entrañable.
EliminarSiempre me llaman la atención los objetos domésticos fuera de lugar, abandonados...siempre los miro...es como si tuvieran pasado pero no supieran su futuro, como si esperaran algo que nunca va a llegar...quizás sea esa infinitud de la que hablas José Luis. Qué gusto leerte.
ResponderEliminarUn abrazo!
Sandra.
La maravillosa fotografia de Toledo Llaboratory apunta otros ojos que no deben desdeñarse: también en lo más humilde hay una belleza discreta y colorista, un matiz que justifica la existencia. Un fuerte abrazo. Y un privilegio tu amistad.
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