Mejores días |
UN MODO DE RESPIRAR
En esta muestra aforística, Mejores días, he optado por el
ordenamiento cronológico frente al temático para subrayar la autonomía textual.
Es el hilo continuo de los días el que ha puesto su orden natural. A esa independencia
alude también el título. El aforismo imita a un paseante; callejea, pero no se
dirige a ninguna parte concreta; cambia de dirección, como si su voluntad
obedeciera a una brújula de ocurrencias.
El desorden instaurado implica una pluralidad
de motivos; apunta a la relación entre vida y escritura y describe un contexto
histórico que aporta referencias y establece climas emocionales. Las
preocupaciones son diversas; queda patente cómo el interés fluctúa y cómo el
entorno enriquece nuestra mirada. El aforismo particulariza sobre ética,
sociedad, sentimientos o literatura porque “nada de lo humano le es ajeno”.
El estilo conciso marca también huellas
afectivas que deben sortear los obstáculos pasajeros con los que nuestras
incursiones tropiezan. Viajamos hacia los rincones de la conciencia; desde allí
vislumbramos las posiciones que dan carácter al lenguaje: los pensamientos
sugieren explicaciones, aunque sean humildes o parciales, aunque especulen con
los significados.
La cortedad en el decir exige la máxima
tensión; la realización verbal parte del principio de economía y del rechazo de
elementos aleatorios. Eso no anula una intensa carga poética. El suplicio de las moscas, un libro de
Elias Canetti, es uno de los títulos que cuentan como impulso inicial hacia el
género. Antes de su lectura, el aforismo tenía para mí un perfil de estatua:
hierático y grave. Canetti fue un escritor prolífico, rellenó muchas páginas
con aforismos, relatos mínimos y ensayos breves, que articulaban su pensamiento
y expresaban el “modo de respirar” frente a la realidad cotidiana. Dos
selecciones del Nobel búlgaro me han acompañado estos años, La provincia
del hombre y El corazón secreto del reloj. He compartido su lectura
con los aforismos de Lichtenberg, quien me proporcionó uno de esos principios
vertebradores que nunca envejecen: “buscamos en la lejanía causas que suelen
estar muy cerca, en nosotros mismos”. De Lichtenberg también es esa preferencia
por una sensibilidad lingüística alejada del retoricismo y la preferencia por
lo pequeño.
Esta búsqueda que nos concede un poco de luz es la que abre de manera
directa las ventanas del conocimiento. El aforismo es música; el último acorde que clausura una pieza.
Epílogo de Mejores días, De la luna libros, Mérida, 2009
Reitero aquí mi gratitud a Marino y Ana, editores del libro MEJORES DÍAS. Sin ellos mis aforismos estarían en un cajón sin luz.Así que no voy a olvidar el papel entrañable de la editorial De la luna libros, y su impulso para que yo siguiese escribiendo breverías. Un abrazo a los dos.
ResponderEliminarEstupenda presentación la que nos dejas de tu nuevo libro amigo José Luis. Me interesará sin duda porque me atrae mucho el Aforismo y los tuyos son muy buenos.
ResponderEliminarMe quedo también con esas referencias tuyas de otros libros y otros autores que nos también nos indicas. Si te han gustado a ti, por algo (bueno) será.
Muchas gracias por compartir con nosotros y mis mejores de deseos para esta nueva andadura de tu nuevo libro.
Un fuerte abrazo y feliz fin de semana!
Sandra.
Te avisaré cuando salga, querida amiga; creo que en la primera quincena de abril estará en las librerías. En cuanto al género, fue en 2009 cuando salió el primer libro de aforismos, MEJORES DÍAS. Cerraba aquel volumen con el epílogo "Un modo de respirar", que hoy dejo en mi entrada para que los lectores conozcan mi forma de afrontar la escritura del aforismo. Gracias por tu mirada, querida poeta.
EliminarEntendido José Luis, tendré que hacerme con el primero también, por supuesto!
EliminarGracias!!
No quiero crearte más líos, Sandra; con tu interés sobra. A ver si te busco un ejemplar. Besos mil.
ResponderEliminarAyyy no son líos José Luis son ganas de querer leer y aprender y claro, una cosa lleva a otra y esa otra a la de más allá...aysss
EliminarLa que no quiero crearte líos soy yo José Luis, muchas gracias, siempre por tu conversación.
Sandra.
Enhorabuena, José Luis. Me ha gustado mucho este epílogo, ´con sus referencias literarias tan interesantes y la excelente definición de aforismo que citas al final.Tienes una increíble capacidad de síntesis en tus logrados aforismos y suscitas interés por leerlos.
ResponderEliminarEncuentro más difícil escribir aforismos que haikus, pero a ti se te da muy bien.
Un abrazo.
Gracias, querida Fanny. Hoy he estado en tu blog y me ha encantado el haiku que ilustras de forma excelente. Yo creo que haikus y aforismos comparten el uso de mínimos materiales y la necesidad de un lector cómplice que prolongue los significados. Para mí, además, el aforismo, es una senda introspectiva que permite analizar lo que me rodea. Un género muy útil. Un gran abrazo.
EliminarEl epílogo deja con ganas de más. Me gustan tus aforismos. Un abrazo.
ResponderEliminarY a mí me gustan tus poemas y tu cercanía. Que tengas una lectura cordial y llena de abrazos cómplices. Sé que la música es un fondo sonoro perfecto para la poesía, así que mis felicitaciones por tu lectura de hoy. Y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarUn libro magnífico. Y acabo de ver ya la noticia de la presentación en nuestro pueblo de MOTIVOS PERSONALES. A ver si consigo ir.
ResponderEliminarMientras leo de nuevo la antología poética de Jaime Gil de Biedma, me encuentro en el poema "Canción de aniversario" con una deuda personal. Estos versos " porque hasta el tiempo, ese pariente pobre / que conoció mejores días, / parece hoy partidario de la felicidad..." me dejaron el título de mi primer libro de aforismos, MEJORES DÍAS. La deuda con el poeta sigue intacta, igual que mi devoción lectora hacia Jaime Gil de Biedma.
ResponderEliminarMuchas felicidades José Luis! Que recorra un largo camino tus aforismos, sin duda se lo merecen. Gracias por compartir tanto y tanto. Espero poder hacerme con tu "MEJORES DÍAS" , seguir aprendiendo. Un abrazo
ResponderEliminarClaro que sí, Carmela, todos estamos empeñados en ese largo vviaje de la literatura. Mejores días me causó muy buenas experiencias y anticipaba mi dedicación al género. Un abrazo y feliz lunes.
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