Madrid, barrio de Chueca, mayo de 2015 Fotografía de Irene Morante |
Soy un tedio vulgar lleno de libros.
Petrifico mis horas
entre conspiraciones de salón.
Me gusta escuchar jazz
por el temblor desnudo
que sostiene su música.
Tengo un amigo o dos;
qué multitud formamos
si compartimos juntos
algún desdén festivo y amarillo.
Adquirí la costumbre
de prodigar latidos
como si repartiera recompensas.
En otra vida amé
y un leve roce
me trastocaba la fisiología.
Aparento deseos
cuajados de grandiosa intensidad.
Son raros los difuntos que acreditan
tanta fulguración y lozanía.
Soy un muerto ejemplar:
no merece la pena suicidarse.
(La noche en blanco, Barcelona, 2005)
El poema se publicó en el libro "La noche en blanco" con el título "Resaca". Tenía una sugerencia inicial dictada por la lectura de José María Fonollosa. esta entrada modifica el título para ajustar el poema a un autorretrato de calle. Pero el yo sigue siendo "un tedio vulgar lleno de libros".
ResponderEliminarRedondo ese primer verso, José Luis. ¡Cuántos podemos identificarnos con su más profundo y último significado!
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Antonio, siempre es una alegría verte por aquí. El blog crece pero siempre tiene ese espacio de calidez para los amigos que han ido arropando sus entradas. Así que es una alegría el regreso. Un fuerte abrazo.
EliminarLos dos versos finales son magistrales, ¿para que más?
ResponderEliminarGracias por la hipérbole, Tracy. La realidad diaria nos va moldeando a su medida, hasta hacer de cada existencia un devenir sumiso y sosegado. Pero hay que seguir en pie. Un fuerte abrazo y gracias de corazón por tu continuo apoyo.
EliminarEs curioso, escribimos y escribimos sobre nosotros y no terminamos de conocernos a nosotros mismos. En cada poema nos descubrimos. Comparto la opinión de Tracy, los dos últimos versos son estupendos. Un abrazo
ResponderEliminarHola Carmela. Yo creo que siempre hay que partir de un principio básico: el sujeto poético y el yo biográfico se parecen entre sí pero sus identidades están diferenciadas. No se trata de levantar acta notarial de lo vivido sino de crear espacios literarios emotivos y verosímiles. Un fuerte abrazo.
EliminarDesconozco cuánto de autobiográfico puede ser este poema José Luis (yo creo que en la Poesía más que en ningún otro género dejamos mucho de nosotros mismos), pero no sabes de qué manera me siento identificada con él, desde el gusto por el Jazz, hasta los pocos amigos (los de verdad), pasando por ese "tedio vulgar"... No es un autorretrato tuyo, es un retrato mío. Y el cierre, ya te lo han dicho, magistral (para mi gusto).
ResponderEliminarUn placer leerte José Luis!
Sandra.
La literatura es una actividad más del ser, querida Sandra, y por tanto suele hablar con una voz plural en la que están muchas ideas y sentimientos diarios. Es verdad, el acontecer nos va despojando de asuntos secundarios -intereses, amistades falsas, rumores y mentiras...- para dejarnos solo lo esencial: la coherencia con nuestro propio yo y la apuesta por aquella gente que merece la pena. Besos grandes, poeta. Un placer charlar siempre contigo.
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