Mar de fondo Alejandro Drewes La Isla de Siltolá, Colección Tierra Sevilla, 2015 |
DERIVAS DEL
TIEMPO
Doctor en Química por la
Universidad de Barcelona, Alejandro Drewes (Buenos Aires, 1963) impulsa un
taller creador que aborda versiones al castellano –con especial dedicación a las voces danesas, alemanas y suecas- crítica, edición y afán versal. Tras una amplia
presencia en antologías colectivas, su senda poética comienza en 2008 con Las uvas del paraíso, un conjunto cuyos caracteres – la presencia de lo afectivo, la sensación de carencia, el estado de ánimo nocturnal, la concisión expresionista del lenguaje…- perduran
en el segundo paso, Lugares de la
noche, y regresan en la salida que ahora comentamos, Mar de fondo, integrada en los caladeros editoriales de La Isla de
Siltolá.
Quien firma la introducción, Graciela Maturo, fundadora de la revista Kairos y directora del Aula María Zambrano, resalta la atmósfera
elegíaca y la sensación de intemperie de un libro que emplea el poema breve
como formato habitual y que deja sitio en las composiciones a un poblado
sustrato de símbolos. Dentro de cada conciencia perdura la emoción de lo
vivido; el yo interior concede conocimiento y constancia para soportar los
trazos difusos y la aridez del presente.
Los apartados que
integran Mar de fondo emplean como hilos organizativos dos referentes
semánticos, los sustantivos tiempo y niebla. Son nombres que inciden en la idea
de que el trayecto individual del personaje que habita en los poemas siembra huellas en la arena dispersa de la incertidumbre. De ahí la sensación de
irrealidad que propaga la biografía existencial y la necesidad de mirar dentro,
entre las sombras propias: “Uno piensa en eso / aquella torre / junto al río /
una luz repentina / por entre los árboles / -uno piensa en eso / como una
sombra / que hondo hacia la sima / de sí misma / se hundiera..” En ese afán
indagatorio el sujeto se percibe en medio del camino, en ese punto donde
confluyen el pasado –siempre proclive a la idealización y el onirismo- y los
pasos inciertos del futuro, una cadencia que se ha ido repitiendo en la trama personal de una identidad concreta y en la historia plural del devenir
histórico. Vivir parece una continua representación de la caverna platónica;
sombras del yo frente a un muro pétreo hecho de sombra y tiempo. En esa
habitación solitaria de lo cotidiano el respirar se convierte en un ejercicio
de tinieblas: “En el fondo de ti / un
delgado cristal / hay que se rompe / sin ruido, como todo / se quiebra al final
/ de su breve danzar / con la cifra del mundo “.
Personal y reflexivo, el
lenguaje poético es fortaleza y reducto, un espacio
hospitalario contra la intemperie que dinamiza cuestiones esenciales de la
identidad como el ser transitorio y la conciencia del tiempo; cada verso
reescribe un hilo de luz que traza senda en mitad de la noche.
Ayer presentamos MAR DE FONDO en Casa del Libro de Fuencarral. A pesar de la lluvia, fueron muchos los que se acercaron a escuchar la sabiduría impagable de Jesús Moreno Sanz y el intimismo místico de Alejandro Drewes, que lee el poema con la cadencia de un acto de fe.
ResponderEliminarDisfruté mucho y vine feliz. Hay días que justifican con creces el cansancio y la incertidumbre. Ayer fue jueves toda la mañana... Por la tarde cambió, se puso abril... Gran Ángel Gonzalez, también presente en los nuevos poetas asturianos, Mario Vega y Rocío Acebal, que llenaron el coloquio final con cervezas y afectos. Lo dicho: un disfrute.