A cielo abierto |
AMANECIDA
La claridad de pronto,
al otro lado de la piel del día.
Permaneces
con los ojos abiertos
porque ignoras
si el sueño concluyó
o si la amanecida
es la imagen neutral de la costumbre,
una verdad creíble.
Estoy despierto.
Mientras discurre el día
me acompañas,
a salvo del reloj.
(De Ninguna parte, La Isla de Siltolá)
Ha amanecido en este invierno un nuevo día primaveral y releo tu poema con el reloj comiendo de mi mano la fruta de la buena poesía. Un abrazo José Luis.
ResponderEliminarAquí también el día parece primavera, Jesús, uno percibe con asombro esta temprana floración del almendro y crece el optimismo. Pero falta la lluvia. Un gran abrazo.
EliminarInteresante amanecida la tuya.
ResponderEliminarUn tiempo por venir es siempre amanecida, una claridad hecha esperanza. Gracias por tu incansable estar y por tu afecto, Tracy.
ResponderEliminarSiempre es un placer leerte y releerte José Luis. Guardo como una joya este regalo tuyo de "Ninguna parte".
ResponderEliminarFeliz finde,
Sandra.
Gracias por ese estar cercano que permite convertir el poema en un espacio afectivo. Un fuerte abrazo.
Eliminar