El plato preferido de los gusanos Pere Saborit Traducción de José Luis Trullo Ediciones Trea, Aforismo Somonte-Cenero, Gijón, Asturias, 2016 |
MÁCULAS Y BAJORRELIEVES
El aforismo actual cultiva una
parcela creciente que, de forma continua, va añadiendo a su práctica una
incansable nómina de autores hasta formar el tronco sólido de un gran árbol
literario. Uno de los impulsores de este renacimiento del género es José Luis
Trullo, editor y director de la revista monográfica El Aforista, y ahora traductor al castellano de la entrega de Pere
Saborit (Manlleu, Barcelona, 1961), doctor en Filosofía por la Universidad de
Barcelona y autor de un extenso trabajo de pensamiento compuesto por las
entregas Anatomía de la ilusión, Política de la alegría y Vidas adosadas.
El aserto que da título a esta
salida de Pere Saborit, El plato
preferido de los gusanos, es inquietante, crea ese temblor oscuro de la
pintura de Valdés Leal, o las zonas umbrías que dejan en la retina los cuadros
de Solana. Recuerda nuestro andar de paso, esa condición perecedera de la
materia que hace de la muerte decisiva estación final, singular abstracción que
desaliña cualquier voluntad en los sustratos del desasosiego.
La aforística del profesor
catalán sondea el mar revuelto de la realidad y asume que el oleaje está
repleto de contradicciones. Nos quedan las estrategias de la inteligencia para
construir radas a resguardo, para mirar con objetividad lo que sucede y buscar
distancia. Una vez instalado en el mirador de lo objetivo, el protagonista
verbal pone su lente de análisis sobre la superficie de la realidad para
encontrar en su textura máculas y bajorrelieves.
En la praxis aforística, la voz
omnisciente es una contrafigura del autor oculta bajo el velado de la
escritura. De este modo, el yo se convierte en otro. Pere Saborit denomina X,
una letra interrogativa también empleada con frecuencia en las páginas
autobiográficas de los diarios, a la identidad del protagonista, como si sus
rasgos pudiesen aglutinar los trazos múltiples de un yo social. Así, el enfoque
de los textos permite abrir un amplio campo meditativo que abarca desde la
soledad buscada del pensamiento solipsista hasta la materia prima de la
convivencia y sus relaciones entre sujetos.
Los aforismos de El plato preferido de los gusanos integran
en su ecléctico desarrollo un variado catálogo de recursos expresivos. Hay
tonos de ironía: “Teniendo en cuenta que cuando nació no conocía a nadie, X.
creía que las cosas tampoco le habían ido tan mal”, “Según X., todas las
mujeres deberían llamarse Consuelo”; se percibe el rumor calmo del
escepticismo: “Según X., el hecho de que todo el mundo posea un rostro diferente es una prueba
irrefutable de que Dios –en caso de existir- aún no ha superado el estadio de
producción artesanal”, “X. creía que nuestra vida real tiene un valor tan
escaso, que ni siquiera se merece que muramos con una sonrisa en los labios”; y
hay un amplio acopio de textos meditativos sobre el sentido de lo existencial,
como forma de orientación en el espacio y en el tiempo, como necesidad de
encontrar a esta caótica concepción del mundo una buena salida de emergencia.
El gusanillo del interés da vueltas alrededor mio y ha sido posible después de leer tu reseña. Un abrazo desde el sur, aquí el calendario tiene otro ritmo y las estaciones comienzan en otras fechas.
ResponderEliminarHola poeta, yo no conocía el trabajo de Pere Saborit en su aforística, y estoy convencido de que su itinerario creador merece la pena. Hay literatura y pensamiento en un diálogo repleto de sugerencias. Un fuerte abrazo.
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