Rosa de los vientos |
PENÉLOPE
Antes de que la rosa de los vientos
desperdigara por la lejanía
treinta y dos direcciones,
respirabas el afán de Penélope,
ese tejer paciente que adivina
cuando se cumple el tiempo de regreso,
la destreza de Ulises con el arco,
la roja espera de los pretendientes.
(De La noche en blanco, Barcelona, 2006)
Maravilloso poema, preciosa combinación de imágenes, qué te voy a decir a estas alturas, querido José Luis...
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué alegría encontrarte de nuevo en estos puentes querida María; tras un largo viaje personal llegamos a casa ayer y vuelvo a la rutina con la sensación de que esas treinta y dos direcciones que marca la rosa de los vientos confluyen en Rivas... Ya lo sabes, la casa contiene todo los lugares. Muy agradecido por tus palabras y por las estaciones abiertas de tu poesía.
EliminarPrecioso poema, José Luis, un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tu generoso juicio lector, querida Isabel; conoces bien el referente clásico que inspira el poema y ese estar de Penélope, enamorada y sola, como arquetipo de la paciencia. Espero que la presentación de tu libro te llenara las manos de instantes para el recuerdo. Seguimos cerca, en la amistad y en la poesia.
EliminarTodos somos Penélope, tejiendo sueños de día cunando la vida se nos hace difícil de entender y esperando que llegue la noche para destejerlos y encontrarnos cara a cara con nuestra realidad.
ResponderEliminarUn beso y gracias por estar ahí.
Así es, Tracy; Penélope encarna un afán preservado en la quietud, la certeza de que hay que aguardar con los sentidos en vela, con los afectos en calma... Tengo que reiterar mi gratitud, querida amiga, pero lo hago con el afecto renovado y la mirada llena de quien vuelve a los sitios de siempre. Besos grandes.
EliminarEspera paciente e ilusionada, tejiendo siempre. Hermoso poema, amigo José Luis. Un cálido abrazo.
ResponderEliminarHola poeta, qué alegría siempre tu cercano estar; comparto esa sensación sobre la actitud paciente de Penélope; la espera forma parte de nuestra identidad, de esa forma de quietud para ser. Un gran abrazo.
EliminarUn poema corto y hermoso. Me encanta José Luis!
ResponderEliminarBsss
La figura de Penélope es un arquetipo de entereza, querida Sandra, así que merece esa espera roja de los pretendientes... Un fuerte abrazo.
EliminarTreinta y dos direcciones ante las que mostrar su decisión. Un placer, José Luis. Un abrazo grande.
ResponderEliminarUn placer, María, y un enorme alegrón cuando mis versos se quedan a tu lado, como si en esas treinta y dos direcciones hubiese una que acentúa su trazo; la que lleva a la casa de los afectos. Besos.
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