Ángeles Mora (Rute, Córdoba) |
CARTA ABIERTA
El tiempo aprende a hablar por
nosotros, querida Ángeles, y adquiere su propia personalidad literaria, como si fuese un contertulio más con el que compartir a media tarde los posos del recuerdo. La memoria insiste en abrir páginas comunes; nos conocimos en Lucena, a finales del año
2000, gracias al afecto municipal y poético de Manuel Lara Cantizani. El joven poeta lucentino nos
invitó a formar parte de la colección Cuatro Estaciones. Fue un proyecto editorial irrepetible, empeñado en editar libros con una calidad visual ejemplar Una antología
poética de tus versos, que salía junto a mi libro de entrevistas Palabras
adentro, me preguntó: ¿Las mujeres
son mágicas?; y yo, que soy torpe por convicción y por naturaleza no supe
responder. Aquel primer encuentro fue umbral hospitalario de otras citas y preservó un espacio
común en los calendarios del afecto. Puntuales, los años fueron dejando entre mis manos tus nuevos libros con cálidas respuestas, versos que me aportaron intimismo y
reflexión sobre el sentido del poema y esa verdad interior en la que encuentra
techo nuestra identidad, siempre en construcción. Con la tinta solemne de los grandes eventos, llega la noticia de que te han concedido el Premio Nacional de Poesía por Ficciones para una
autobiografía, también reconocido con el Premio de la Crítica; y es fácil
aposentar la alegría en mi buhardilla.
Sé que son días contradictorios
para ti –se ha escrito con perseverante quietud, el amor y la muerte siempre entrelazan en su azaroso discurrir una única pulsión-
porque el dolor acampa en tus andenes y te ha dejado el alma llena de
lluvia; pero sé también que las palabras limpias del poema funcionan como
fuerza de transformación para que en el amanecer sea claridad emotiva y armonía. Hoy te percibo libre de cualquier incertidumbre, mientras la mañana te dibuja “… en
el salón, abierta la ventana, / respirando cierta tristeza, / como quien gana y
pierde al mismo tiempo, / viendo brillar la tarde, al paso de los años, / antes
de que el verano nos aplaste, / suavemente estirando las arrugas / del corazón
/ planchando las camisas del invierno*
Muchas felicidades, poeta, por un
premio tan grande. Ahora sé, con esperanza y convencimiento, que las mujeres son mágicas.
PD.- Los versos pertenecen al poema
“Planchando las camisas del invierno” de Ficciones
para una autobiografía (Bartleby Editores, Madrid, 2015)
Felicidades a mi paisana. No conozco nada de ella, buscaré y leeré algo para conocerla.
ResponderEliminarPor cierto cuando vengas por estas tierras, házmelo saber ¿vale?
Eso está hecho, Tracy, te llevaré libros y afectos, no faltaba más; pocos seguidores del blog mantienen ese entusiasmo generoso que anima tus comentarios. Para iniciar la lectura de Ángeles Mora busca su último libro, el premiado con el nacional de Poesía; es una reflexión muy personal sobre la propia identidad. Abrazos cordiales y feliz día
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