Esa nevada está muy unida a un estado afectivo que llenó todo el tiempo de silencio. En el lecho de nieve también se quedan los momentos compartidos, la espera, la felicidad de los encuentros, el estar callado de lo que se fue.
Siempre tienen los poemas un clima literario, querida amiga, y a veces cuesta hacer que ese estado no modifique la percepción de los real. Un abrazo encomiable en un día triste, de nieve y frío, de soledad y ausencia. Saludos desde Rivas.
Qué alegría tu presencia aquí, después de tanto tiempo, José Luis; ya me dirás cómo va todo. Te escribo y hablamos con sosiego. Gracias por el afecto, siempre es un placer.
Esa nevada está muy unida a un estado afectivo que llenó todo el tiempo de silencio. En el lecho de nieve también se quedan los momentos compartidos, la espera, la felicidad de los encuentros, el estar callado de lo que se fue.
ResponderEliminarse agradece tu sinceridad.
ResponderEliminarSiempre tienen los poemas un clima literario, querida amiga, y a veces cuesta hacer que ese estado no modifique la percepción de los real. Un abrazo encomiable en un día triste, de nieve y frío, de soledad y ausencia. Saludos desde Rivas.
EliminarUn haiku muy hermoso... Gracias por colgarlo...
ResponderEliminarQué alegría tu presencia aquí, después de tanto tiempo, José Luis; ya me dirás cómo va todo. Te escribo y hablamos con sosiego. Gracias por el afecto, siempre es un placer.
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