Regreso al pupitre |
LA CRÍTICA VALORATIVA
La moral del escritor no está en sus temas
ni en sus propósitos
sino en su conducta frente al lenguaje
OCTAVIO PAZ
Durante cuatro décadas, casi, formó
parte de mi tarea docente la valoración del aprovechamiento académico de los
alumnos. Así crecían con aire de objetividad y sentencia los largos inventarios
de notas, ese trajín de exitosos sobresalientes, notables a celebrar, bienes
equitativos, suficientes raspones e insuficientes con pasaporte de regreso en
septiembre.
Más humilde, el ejercicio crítico
dedica su fuerza expresiva a dar cuenta pública del gusto lector. Nace así la
opinión impresionista, que trasmite las sensaciones personales y el diálogo
interno con los libros, o la crítica académica, más minuciosa en los rastreos,
empeñada en explorar la arquitectura literaria al completo con su inventario de
materiales, grúas y poleas.
Queda por dar forma a la
crítica valorativa; es volver al pupitre, un gesto que tiene algo de voluntad testamentaria y trébol de cuatro
hojas; por eso merma tanto su práctica en mi blog, porque me parece un tanto
cáustico establecer líneas divisorias entre si y no. Nunca lo pasé bien
dividiendo a mis alumnos entre apto y no apto. Y no quiero sentir esa conmoción
en la poesía. Prefiero hablar de impresiones lectoras y de los buenos libros
que me gustan. Lo demás es silencio.
Tus comentarios te definen: una buena persona, constructiva y optimista. Hace mucha falta más gente como tú. Un abrazo!
ResponderEliminarNo soy tan optimista con mi identidad, querida Isabel; me veo cada día en el espejo y percibo muchas zonas de sombra y el tacto frío de la decepción. Pero es hermoso comprobar que tengo amigos entrañables que me acompañan, gente como tú. Un fuerte abrazo agradecido.
EliminarY eso lo dices tú que eres un crítico excelente. Lo que te honra. Yo creo que lo que importa a los demás es la impresión-huella que una lectura pueda dejarnos. La cual puede ser orientativa, pero nunca sesgará la lectura de unos nuevos ojos. Que pueden coincidir o discrepar o transitar otros senderos. la valorativa déjese para los informes de edición. O para cuando se pida. En cualquier caso hágase con calidad, como es norma en estos Puentes.
ResponderEliminarAsiento por completo a tu reflexión, querido Paco; así entiendo yo la lectura; como un diálogo con el autor que aporta siempre una visión parcial e incompleta; aquí no hay dogmas sino puntos de vista. Y así seguiremos.
EliminarEstuve en Trujillo con Lidia, la editora de Lastura, y me encantó su sensatez y su cordialidad...Un fuerte abrazo.
Y su enorme voluntad para el trabajo. Y energía para defender su casa y sus autores. Se merece lo que le está pasando.
EliminarAsí es, poeta; qué buen encuentro y qué charla más didáctica, que espero repetir dentro de unos días en la feria del Libro de Rivas. Un abrazo.
EliminarLecciones, lecciones!!!
ResponderEliminarLecciones que la experiencia va dejando en nuestras manos, querida amiga, y que sirven o no según el criterio de cada cual. Que tengas una excelente jornada.
EliminarMe parece honesto por tu parte,
ResponderEliminarAhora sé el porqué de tus silencios, jejejejeje
Un abrazo, Tracy, sigo entre libros con la esperanza de encontrar cada día nuevas razones de escritura, algunas páginas donde poner los ojos de lo diario. Feliz jornada.
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