Vaya María, el elogio desmesurado es una prolongación de la vanidad, así que haré lo posible porque mi escritura se dilate ancha como un mar, pero las limitaciones son muchas... Mil gracias por tanto afecto, es hermoso pensar que nunca viajo solo, que están los pasos cálidos de tu compañía.
Definitorio y sugerente. Hermosísimo haiku. La próxima vez que me halle frente al mar, lo haré mío, tenlo por seguro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido poeta, esta mañana de nuevo con tus poemas. También son míos. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarFuerte. Lleno de temple. Con porosa lectura. Una joya en el mar.
ResponderEliminarAbrazo luz
Hola Gabriela, mis mejores deseos de que lo cotidiano en tu país sea un mar en calma. Gracias una vez más por tu comentario.
ResponderEliminarEl mar.. La mar.. y su salada claridad..Muy bonito.
ResponderEliminarSí, querida Begoña; en la visión del mar Rafael Alberti es un referente incuestionable; así que muy agradecido por tu comentario y por tu claridad.
EliminarGracias, Tracy, el mar es una imagen fija en la felicidad de mi retina. Un fuerte abrazo con haiku azul.
ResponderEliminarQue la luz nunca te doblegue, aun cuando venga de tus retornos al mar. Eres un lujo. Besos, Maestro.
ResponderEliminarVaya María, el elogio desmesurado es una prolongación de la vanidad, así que haré lo posible porque mi escritura se dilate ancha como un mar, pero las limitaciones son muchas... Mil gracias por tanto afecto, es hermoso pensar que nunca viajo solo, que están los pasos cálidos de tu compañía.
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