Vértices Francisco Onieva Visor, Poesía Madrid, 2017 |
PATERNIDAD
Francisco Onieva
(Córdoba, 1976) regresa a la poesía con Vértices,
libro ganador del XXVI Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma. Esta cuarta salida
del autor propone, con voz meditativa, una indagación sobre la paternidad como
estado y sobre los efectos inmediatos en la existencia personal. No se habla de
biología sino de esas mutaciones del estar que conceden al protagonista una
renovada naturaleza. En ella los sentimientos adquieren un espacio expansivo
donde el sujeto puede contemplarse desde las palabras. Con delicada hondura, el
poema desbroza la maraña de la intimidad y deja al descubierto sus elementos
más notables, sus vértices precisos. Un ejemplo de lo expuesto se halla en el
poema que sirve de apertura, “Iluminaciones” al que pertenecen estos versos en
los que se definen algunas secuencias de lo contiguo que buscan sentido en la
conciencia: “Establece la espera sus fronteras. / Escondidas y frágiles. / Y
trama un orden para lo contiguo. / Las
efímeras iluminaciones / ocultan la ventana desde la cual otro hombre / inventa
el punto en el que se encuentran hija y padre “. Esta focalización tiene como
consecuencia el análisis del puente emotivo entre ambas presencias. En él se
cobija una sintaxis inédita que tiene en su devenir algo de primer paso y
momento fundacional. Hay que buscar un punto de equilibrio y reordenar palabras
y emociones. Se formula en él un nuevo perímetro de la identidad: ” (Eres origen.
Eres confluencia. ) / Ella lo sabe y acaricia el perímetro / de lo que no es
aún, pero ya existe. / Le habla en voz
baja / de una realidad que tan solo ella intuye, / y en la que busca signos
previos a la escritura / con los que transmitir el abrazo primero. / Se pierde
unos minutos. Queda un silencio elástico. “ Esta percepción del ahora nunca se
desgaja del pasado. Los ciclos vitales
se reiteran, abren cauces por donde buscan sitio las huellas de la memoria,
presentes en composiciones como “despedida a medias”, “Mi habitación primera” o
esa evocación serena que marca los versos del poema “!0 de septiembre de 2010. La cotidianidad y su
dimensión subjetiva conforman un poemario en el que se entrelazan en atinada
síntesis sentimentalidad y abstracción. La voz lírica de Vértices desvela la orografía de un paisaje intimista cuyos planos
deparan ese sol matinal que nutre el despertar, que pone en lo vivido claridad
y transparencia.
Bien por mi paisano.
ResponderEliminarToda la provincia de Córdoba, Tracy, es un itinerario repleto de estaciones poéticas colmadas de interés. Así que la voz de Francisco Onieva, en su cuarto paso lírico, se confirma como un vértice literario singular, que ya espera nuevos lectores. un fuerte abrazo.
EliminarFrancisco Onieva, su poema Vórtices, no conozco su poemario pero si tu lo describes de esta forma es porque en realidad es bueno pues tu interpretación sutil de la poesía es en realidad una de tus cualidades literarias , interpretas con facilidad el mensaje del escritor del movimiento que da a cada suceso de su forma de percepción del ahora dentro de sus personajes, dentro de sus letras. Gracias mi querido amigo cada dia se aprende mas sobre el tema y tu cual buen maestro me has enseñado cosas que ni imaginaba que existen el la poesía.Gracias nuevamente mi querido Jose Luis.
ResponderEliminarGracias Consuelo, Francisco Onieva es un poeta joven con un reconocido itinerario personal. Su voz suena limpia, sin imposturas, con el acento de quien recorre vida y literatura al mismo paso. Muy agradecido por tu comentario. Feliz día.
ResponderEliminarQuerido José Luis, mil gracias por tu atenta lectura y por tus generosos comentarios. Viniendo de un escritor y crítico como tú, son un regalo aún más hermoso. Un abrazo grande.
ResponderEliminarUna verdadera felicidad adentrarse en tus poemas, buscar en tus palabras amistad y refugio. Un fuerte abrazo, poeta.
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