Luis García Montero ROPA DE CALLE (Antología poética 1980-2008) Edición de José Luis Morante Cubierta de José Javier González Letras Hispánicas, Cátedra, 2011 |
RAZONES PARA UNA EDICIÓN
Hay literaturas que no permiten
la indiferencia. Por eso, aunque la idea
de esta edición tomó forma como un sueño antiguo que fue madurando
con las sucesivas entregas del poeta. La generación novísima ya estaba casi al
completo en el canon de Letras Hispánicas y había pocas dudas de que Luis
García Montero era el nombre fuerte destinado a abrir senda a la nueva
promoción. Su popularidad lo demanda; nunca ha sido un poeta misterioso y recóndito
sino un reconocido personaje público en el que se manifiestan con sosegada
convencía el escritor y el ciudadano, la estética y una evidente actitud de integrar el
ser individual en lo colectivo.
He escrito con trazo firme que mi propuesta crítica es
una invitación cordial a la lectura de Luis García Montero. Uso un adjetivo
machadiano; cordial significa que la voz poemática comparte un itinerario vital
que aglutina pensamientos, sensaciones y sueños; que habla desde la cercanía y
que el hablante lírico se muestra como una entidad asequible que reivindica “la
dignidad humana, la conciencia encendida y el diálogo con los otros “.
Ropa de calle confía en el
alcance futuro; frente a marbetes coyunturales y escrituras
efímeras, Luis García Montero está llamado a ser figura tutelar de la poesía
del siglo XXI. Comienza su
viaje literario en 1980 con el libro Y
ahora ya eres dueño del Puente de Brooklyn, una entrega vanguardista con poemas
en prosa y referentes de la novela negra en su ambientación.de la ciudad como
espacio de desolación y soledad. En 1982 firma Tristia, en colaboración con Álvaro
Salvador. Es un poemario a dos voces bajo el pseudónimo Álvaro Montero.Estas
dos obras pertenecen a un periodo de probaturas. Son obras de tanteo en la
búsqueda de una voz personal.
El jardín extranjero logra el Premio Adonais en 1982 y su
publicación sitúa a Luis García Montero en el primer plano de la actualidad
literaria. El poemario asume la herencia de Pasolini y llama la atención sobre
una fotografía de grupo: “La otra sentimentalidad”, una nómina poética formada
por Álvaro Salvador, Javier Egea y Luis García Montero que defienden una
teórica inspirada en Juan de Mairena, el heterónimo de Antonio Machado. Los
sentimientos cambian y evolucionan con el tiempo, son construcciones vinculadas
a la historia.
La activa presencia del granadino
entrega en los años ochenta Égloga de los dos rascacielos, un
divertido ejercicio de mímesis garcilasiana que muda la piel de la poesía
bucólica en lírica urbana. Es una pieza que demuestra una notable pericia
técnica. En 1987 aparece un título
central, Diario cómplice, visión
especular sobre la relación amorosa; es una
propuesta dialogal en clave de intimidad. Son años creadores donde otra etiqueta empieza a sonar con
fuerza y se convertirá en tendencia
dominante en la década del 90: la poesía de la experiencia. La terminología
proviene de un libro de Robert Lamgbaum sobre el monólogo dramático y se
caracteriza por entender el poema como una puesta en escena con un yo poemático
ficcional.
En los noventa aparece Las
flores del frío, un volumen cuyo título se inspira en el célebre libro de
Baudelaire, Las flores del mal. Es un
conjunto de crónicas que denuncian la usura del tiempo y el expolio de los
sentimientos. El estar a la intemperie enmarca la semántica de buena parte de sus
composiciones. El libro más premiado del poeta, Habitaciones separadas, amanece en 1993
y consigue el Premio Loewe y el Premio Nacional de Poesía, con composiciones de
“un optimismo reflexivo”, según palabras
de Octavio Paz que tratan el desengaño con acento elegíaco.
Acaso el título más celebratorio
del poeta sea Completamente viernes,
una propuesta que reivindica la felicidad individual, que hace suya la idea de
Madame de Chatelet, la culta amante de Voltaire, que buscó en el hedonismo y en
la sensibilidad del goce una filosofía vital. De forma literal la expresión
“completamente viernes” no es sino el paréntesis temporal en el que el encuentro amoroso culmina; el deseo se hace real y deja frente a frente a los amantes. Los cuerpos se buscan y la cronología laboral cuelga en sus ventanas un sol de mediodía.
Ya en la primera recta del nuevo
siglo el percibir diáfano se hace meditación introspectiva en La intimidad de la serpiente (2003), un poemario heterogéneo que
aglutina intimismo y herencia cultural. Cierran esta edición crítica las
composiciones de Vista cansada, libro de 2008 que postula una
poesía de madurez; se recupera lo biográfico y la experiencia vital
del devenir. Llega el tiempo de la meditación y los viajes interiores.
Desde el inicio, Luis García Montero ha practicado una
escritura plural que compagina poesía, prosa ensayística y la inmediatez de la
escritura en prensa, ha preparado ediciones y publicado novela y por tanto
sería muy largo enumerar de forma detalla su fecunda producción literaria, su
obra en marcha plena de vitalismo todavía. Por eso concluyo aquí, de la mejor manera posible, abriendo
paso a la poesía de Luis García Montero. Ahí están los poemas cordiales de Ropa de calle.
Qué resumen tan exquisito José Luis.He disfrutado mucho leyendo este post. Se me ha hecho muy corto. A la espera entonces de esa segunda edición. Felicidades de nuevo.
ResponderEliminarFeliz Miércoles,
Sandra.
Qué pena que no conocieses el libro en la visita de Luis García Montero; hubiese sido maravilloso y hubiese hecho posible que lo tuvieses dedicado por el poeta y por el crítico; te avisaré cuando salga la segunda edición. Voy a ir a Oviedo muy pronto, así que ya tengo ganas de darte un abrazo fuerte.
EliminarPues la alegría será mía si puedo yo también darte ese abrazo en persona José Luis. De acuerdo, sí, avísame por favor. Gracias!
EliminarEstoy pensando que tal vez entonces pueda darte en persona mi poemario, ya sabes que va con todo el cariño José Luis.
Un abrazo y feliz finde para ti.
Sandra.
(Pd. al menos G. Montero me firmó la edición que tengo de su Poesía Completa que sacó Tusquets )
Eres de un generosidad inabarcable. si unimos tu saber tu capacidad de trabajo, solamente nos queda acompañarte en cada aventura. mi abrazo, José Luis.
ResponderEliminarQuerido Paco, soy una hormiga que busca sitio en el trabajo diario con ese empeño de quien sabe que su voluntad es limitada, frágil, y ocupa la cronología de un instante; por eso hay que seguir, con la fortuna de tener cerquita a gente como tú. Un fuerte abrazo.
Eliminar