Aleros (Londres, 2009) Fotografía de Javier Cabañero |
DESDE EL ALERO
A Marisol Huerta, por su invitación al viaje
Mi tiempo acumula itinerarios. Busco la luz azul de ciudades distintas
y lejanas, aunque casi nunca abandono la habitación del hotel donde me alojo. Es
una costumbre, como contemplar el adusto paisaje de cornisas y aleros. Nació en Londres, la amanecida en que encontré en el espejo de mi cuarto de baño el rostro del
huésped anterior.
Fue él, con gesto tranquilo, quien me desveló su identidad. Intimamos y, tras una larga charla cuajada de interés, me facilitó contactos con
huéspedes encerrados en otros espejos.
Todos resultan interlocutores amenos,
que buscan el aire fresco de la confidencia. Sigo en ruta. La soledad de los espejos es una calle que espera transeúntes.
(De Cuentos diminutos)
Me resulta muy interesante siempre esa doble identidad del otro yo en el espejo. Poder acceder a una realidad paralela que no sabemos cómo se desarrolla.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el cuento José Luis.
Feliz sábado!
Sandra.
Buenos días, querida Sandra, reitero mi deseo de que tu libro tenga un recorrido lector de avenida festiva. Y bienvenida al club de los poetas vivos que hacen de la escritura un cauce para la emoción y el sentimiento. Hoy me toca volver al microrrelato, un género que amo y que cultivo poco. tal vez por eso no soy capaz de concluir ya "Cuentos diminutos", un trabajo que anticipó Hilario Barrero en su maravillosa colección. En fin, poco a poco. Un gran abrazo.
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ResponderEliminarGracias a ti, querida Marisol, por hacer de la generosidad y del afecto una razón de vida. Volveremos prontito a Asturias, que tenemos que disfrutar en compañía de una buena conversación sobre libros y vida, dos espejos que caben en la misma acera. Un abrazo.
EliminarYa sabes, José Luis, cuando vengáis, llámame.
EliminarCompartir todo eso y con unas sidrinas y trocín de Gamoneu,mejor aún.
Tiempo al tiempo, poeta, será un placer y además hace mucho que no hablamos tranquilos en este nuevo tiempo sin horarios, pero tan lleno de asombro. Abrazos cordiales.
EliminarUna de las cualidades más definitorias del tiempo digital es la celeridad en el mensaje; de ahí la crecida de estrategias expresivas como el haiku, el aforismo, el epitafio o los microrrelatos. Son parcelas que buscan una resolución inmediata, una precisión artesana... Y es un disfrute su cultivo.
EliminarViajar a otras ciudades para encerrarse en las habitaciones de sus hoteles, resulta claustrofóbico. Ese viaje por el otro lado del tiempo y el espacio, atrayente. Me ha gustado el micro. Un abrazo.
ResponderEliminarUn saludo, querida amiga, he estado algunas semanas sin retornar al microrrelato y volcado en el trabajo crítico; a ver si encuentro algo de sosiego y vuelven esos cuentecillos que nunca se dan por concluidos. Abrazos.
EliminarMuy bueno.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, Tracy, solo queda la esperanza de que algún espejo nos reserve una habitación con vistas al optimismo, para seguir caminando juntos en la amistad y en la poesía. Un fuerte abrazo.
EliminarMe gustan tus espejos y tus transeúntes, me gusta tu poesía porque de vez en cuando permite que uno te toque. Lo suficiente será el abrazo, lo que toda palabra debe.
ResponderEliminarGracias!
Hola Gabriela, van transcurriendo los días con la certeza de que casi todos los proyectos afloran con su calidez literaria correspondiente. Quedan entre mis manos esta semana los versos de Ida Gramcko, gracias a ti, y he terminado las lecturas que impedían retomar los aforismos... Al regreso hablamos, poeta... Ya queda poco para esa conversación incansable en Madrid.
EliminarEl otro lado del espejo tiene esa magnífica atracción de lo desconocido.
ResponderEliminarTú encuentras en su reflejo, el susurro de la palabra de quienes te preceden en la búsqueda de la confidencia y el del diálogo que siempre te acompaña.
Poesía, microrrelatos, aforismos… todo eres tú y tu forma de ser, estar y afianzarte.
Un abrazo y mi afecto constante.
Gracias por todo lo que nos muestras.
Gracias a ti, María, por todo lo que abres en cualquier espacio... Vivimos un tiempo de desamor e intemperie, aunque nosotros seamos afortunados y estemos a cobijo a diario; pero es grato sentir que la escritura es una distancia recorrida a diario para dejarnos más cerca, para hacer de la esperanza y el afecto un encuentro, una ventana al sol. Besos.
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