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HETERÓNOMOS
Dentro de mí conviven, abocados
a una inmensa rutina sedentaria,
el yo que pienso y otro, el que parezco.
Un pacto, que firmaran con los ojos,
les conmina
a respirarse en cierta tolerancia,
y ambos han sido absueltos
de mencionar, siquiera,
cuál fue la última causa
que les diera la vida.
Cada uno tiene ya su enclave exacto:
el yo que pienso
habita, día y noche,
la intimidad de estas cuatro paredes.
Es semejante a un niño que olvidara crecer,
y por lo mismo
nada en el mar de una sabia ignorancia.
(“Acaso sea el invierno…
es razón suficiente para explicar el cosmos “)
Y balbucea. Ríe.
Se pierde en los espejos. Gesticula.
Colecciona recuerdos como si fueran conchas
que ha enterrado el olvido.
A veces llora y viste el jersey gris
de la melancolía;
entonces toma un folio,
donde inicia el
galope un sentimiento
y se hace reo de pertinaz tristeza,
hasta que traspapela la mirada
y descubre, cansado,
que afuera cae la lluvia
y mojan su perfil
unas livianas gotas de mi nube.
El que parezco
está en la calle de continuo.
Todos le conocéis
pues con todos comparte ese pan y esta sal
que, bajo el brazo, trae la vida;
las cotidianas dosis
de angustia existencial, trabajo y ruido.
Con él tropiezo,
una tarde cualquiera,
al doblar una esquina,
y tras justificarme torpemente
(“hallé la puerta abierta
y me aburría…”)
me despido gozoso y luego marcho
-el paso lento, sepultadas las manos
en los amplios bolsillos del vaquero-
a ver, sin más, el mundo por mis ojos.
(De la antología Pulsaciones)
Hoy presento mi antología "Pulsaciones", que cuenta con un excelente prólogo, cercano e intimista de Rosario Troncoso en la Galería de Arte Cerdán. Es habitual que mi lectura arranque con "Heterónomos", poema escrito en 1990 y recogido en mi primer libro. Siento por él la misma complicidad que cuando lo escribí hace casi treinta años.
ResponderEliminarMucho éxito, a ambos. Y Ya que los presentas, ponles nombre como hacía Pessoa.
ResponderEliminarEs una buena sugerencia, querido amigo; a ver si se me ocurre algo; pero el sustantivo debe ser clarificador, debe distinguir los matices entre el yo y el otro. Feliz jornada. Yo también soy pessoano, como José Luis García Martín o Manuel Moya. Feliz tarde de nuevo.
Eliminar¡Mucho éxito!
ResponderEliminarAbrazos
Ya en casa, con la alegría de que todo ha sido muy grato, aunque alguien cercano me dice que ha sido una lectura más triste que otras veces; así que debo incluir algunos poemas más soleados. Un fuerte abrazo.
EliminarTienes suerte que no vivan contigo más que dos, conmigo viven tropecientos mil.
ResponderEliminarEs que en casa no caben más querida Tracy, con tanto libro a ver dónde les pongo una mecedora y una pantalla digital... Un fuerte abrazo, siempre agradecido.
EliminarSomos duales, en mayor o menor medida.Me encanta este poema. Abrazos cálidos.
ResponderEliminarGracias querida amiga, mucha suerte para tu nuevo libro y mis mejores deseos para ti.
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