Notas a pie de instante Jesús Montiel Esdrújula Ediciones Granada, 2018 |
MIRAR ACTIVO
La poesía de Jesús Montiel (Granada, 1984) protagoniza una de las
estelas más reconocidas de la generación digital. Así lo constatan los
reconocimientos que jalonan su vinculación con la escritura. En 2011 ganó el
Premio Nacional de Poesía Universidad Complutense con la amanecida
integrada en el libro Placer adámico.
Al año siguiente consigue con Díptico
otoñal el Leopoldo de Luis, en 2013 recibe el Alegría por Insectorio, que integra su voz en el
catálogo de Rialp, y en 2016 será el Premio Hiperión el que subraye su salida Memoria del pájaro. Son estaciones
caracterizadas por una interpretación personal del taller formal y del tejido
emotivo del poema; aportan signos a un espacio creador bifurcado por la
traducción, el relato y la prosa miscelánea de Notas a pie de instante.
Antes de abordar Notas a pie de
instante es necesario reflexionar sobre el gusto impulsivo de la escritura
por interpretar las construcciones cotidianas que el paisaje cambiante de la
realidad oferta a nuestras emociones y pensamientos. Los textos se convierten
en puntos de cruce entre ambos, aspiran a detectar la simbología cobijada en lo fugaz o se hacen voz de aquellos interrogantes que rescata la
experiencia existencial.
El nuevo título de Jesús Montiel reivindica la retina individual
subjetiva, dispuesta a explorar el entorno que envuelve y asedia. Enfoca repliegues personales cuyos trazos se diluyen entre contraluces.
Contiene un pórtico de Juan Gracia Armendáriz que aloja una meditada lección.
Define el trazo escritural como “una invitación al asombro. Esa predisposición
del ánimo que Platón situaba en el paso que precede al conocimiento”. Es un
enunciado popular porque aparece al comienzo de la Metafísica de Aristóteles. Define el impuso que saca al pensamiento
de la quietud para transitar por la geografía de lo real a la luz de la razón
natural.
El mirar activo de Jesús Montiel recurre a una estrategia formal
difusa. Cuando un escritor toma la palabra es instintiva la catalogación
genérica para abordar su lectura. La poesía requiere meditación y tiempo,
aguzar el oído al ritmo y a la respiración de los versos; el aforismo restalla,
es un relámpago de hiere la pupila; la prosa narrativa permite el paso
tranquilo del avance argumental. Notas a
pie de instante arranca como un dietario impresionista. Recurre al recuerdo
para abordar lejanas secuencias vitales y su cristalización en el tiempo. Pero
de inmediato establece una convivencia con la concisión aforística y la idea
lírica juanramoniana: “Las primeras ramas que trepé fueron los brazos de mi
madre”.
La frase “El pasado vaga perdido por la ciudad del presente, sin saber
que ya ha sucedido”, retorna al camino natural de lo autobiográfico. Existir
concita alrededor elementos interiores y exteriores. Los primeros zarandean el
verbo evocativo, hacen del tránsito un retorno en el que se
gestan las raíces del ahora. Los elementos externos establecen con el cronista
una relación afectiva o circunstancial que formula un diálogo abierto. La
escritura muda en escaparate y coartada: “No para escaparme con la realidad:
escribir para que la realidad no se me escape”.
Quien soporta la clemencia del tiempo se ve a sí mismo asomado a la ventana de la escritura,
busca entender que el devenir es un concepto relativo y cierra los ojos para
descubrir donde se enlazan el pasado y el hoy. Después caligrafía con
perseverancia algún fragmento, con el lenguaje evocador de los que tratan de
mirar esos puntos que guardan en silencio más preguntas.
Me gusta muchísimo la Poesía de Jesús Montiel, así que le tengo muchas ganas a esta prosa poética y aforística de este nuevo libro suyo José Luis. Gracias, como siempre, por darnos una visión tan detallada de lo que nos vamos a encontrar en él.
ResponderEliminarBuen día!
Es un libro de género indeciso, Sandra, que camina a la vez por las aceras de la poesía y por los patios abiertos de la prosa, donde se juntan aforismos y fragmentos autobiográficos. La verdad es que me ha gustado mucho.Un gran abrazo.
EliminarAmigo José Luis, esto del género indeciso me encanta, pues supone defender la importancia de la palabra siempre en vigilia y alerta. Palabras del despertar machacado. Estaremos al tanto. Abrazos para ambos.
ResponderEliminarDurante mucho tiempo, los críticos han ido prodigando casillas instrumentales para cada género, pero las lindes conceptuales siempre son aleatorias y suelen borrase en autores que hacen del lenguaje un tejido experimental. Un abrazo.
EliminarDespertar machadiano, perdón
ResponderEliminarQuerido Luis, no solo no es necesario ningún perdón, sino que te agradezco muchísimo siempre que aportes a este blog ese diálogo abierto que hace de mi trabajo un diálogo cordial con la amistad.
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