En el lago (Camboya, 2016) |
DESDE EL ÁLBUM DE VIAJES
En el trasfondo del azar dormita un orden secreto, una
simetría que pauta planteamiento, nudo y desenlace.
La autobiografía convierte a otro en protagonista.
Los minimalistas dogmáticos pueden confundir un haiku con un
cantar de gesta.
El agónico vocacional tiene una visión cabizbaja de la
realidad inmediata.
Cerca del mar todo se borra, salvo el silencio roto y el
efecto emocional de la contemplación.
Contra los insectos utiliza el reproche didáctico.
No siempre fue pasado e invisible.
La conciencia egoísta piensa que un cielo menesteroso cobija
a los demás.
El insomnio acumula ruidos con cautelosa paciencia.
Las falsas verdades dejan ruinas que se veneran largo
tiempo.
Cuando despierto regreso de un oasis que no existe; entre
las manos tengo un puñado de arena.
A diario la realidad comparece con la piel sucia y agujeros
en la suela de los zapatos.
Se desplaza con disciplina de trazado ferroviario.
Tinta botánica: libros de hoja caduca y libros de hoja
perenne.
(Mínima antología de aforismos)
Hablando de axiomas... ahora camino entre tus aforismos... Qué buen día... qué buen día.
ResponderEliminarCariños y agradecimientos siempre, José Luis.
Muy agradecido por tu comentario, querida María, ya sabes ese recurso natural que hace del aforismo una filosofía de vida, una manera de navegar en río revuelto... Feliz jornada
EliminarMe encantan tus aforismos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Tracy, ya sabes que son limaduras del pensamiento que se acercan a lo real con esos ojos de incertidumbre que conforma este tiempo. Un fuerte abrazo.
EliminarSiempre certeras tus píldoras de sabiduría querido José Luis.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte!
Un fuerte abrazo Sandra, y por favor, dame un toque cuando te llegue el libro. Ya sabes que el aforismo es una debilidad, un mirar miope pero tranquilo. Abrazo grande.
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