La cicatriz Fotografía de Internet |
LA GRIETA
Un muesca en la cal
una negra hendidura sin fondo y al acecho
RAQUEL LANSEROS
Con terco sosiego, inadvertida,
la grieta se adquirió una mañana a la pared frontal del dormitorio. Cuando la
descubrí era solo una mota negra, un poso de sombra. Poco a poco aumentó su
tamaño hasta convertirse en una acuarela impresionista. A través de su trazo
puede verse un paisaje cambiante que en los días ventosos deja en el dormitorio
arenas y hojarascas, ramas leves, esquejes de rosales.
Sobre la pared, la grieta sigue
aumentando su caligrafía. Concede a mis sentidos la fugaz sensación de abarcar
todo. Hoy al despertarme mostraba un trozo de mar sobre el techo gris y versos de un poema escrito con la espuma.
(De Cuentos diminutos)
Me encanta este cuento José Luis, me hace pensar y me inquieta a la vez. Me gusta mucho.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte para ti!
Sandra.
Yo creo, Sandra, que una de las claves que debe cumplir el cuento es que no se agota en una primera lectura, que siga expandiendo su significado. Como una grieta que es al mismo tiempo ventana y sombra. Un fuerte abrazo.
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