Simetrías Fotografía de Javier Cabañero Valencia |
EL MIEDO
El miedo a los seis años
era un cuarto lejano,
un recinto sellado y tenebrista,
con prestigio de infierno,
y un viejo sin edad
que dormitaba junto a un perro agónico,
bajo los soportales.
A los doce su miedo
habitaba en los libros,
igual que fotogramas de holocaustos.
El miedo en la veintena
fue aquel tiempo confuso
de amarse bajo el cielo,
ese rumor de trenes que enlazaba
la ausencia y el deseo.
A los cuarenta y ocho fue su miedo
un espacio interior, claudicaciones...
Tuvo más miedos: al cumplir cincuenta,
a los sesenta y tantos,
cuando no tuve edad
y en una larga noche,
asmática y feroz,
apareció en la sombra, encanecido,
aquel miedo inasible de seis años.
( De la antología Pulsaciones)
Gran poema. Siempre es una maravilla leerte.
ResponderEliminarUn abrazo poeta.
Gracias Gabriela Rosas, me alegra mucho saber que te gusta este poema que ha viajado conmigo muchas veces en la soledad. Gran abrazo.
EliminarGracias a ti, siempre.
EliminarEse libro lo releo con frecuencia.
Abrazo
Muchas gracias; yo también sigo aprendiendo caminos con la poesía venezolana contemporánea y encuentro a medio sitios donde quedarme. Un fuerte abrazo, Gabriela Rosas.
EliminarAbrazos amigo, la amistad y la alegría frente a los miedos inasibles.
ResponderEliminarLos miedos inasibles son también asideros que recuerdan el ser frágil que nos habita. Un fuerte abrazo, Luis Ramos.
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