Suma y sigue Miguel Catalán Prólogo de Carmen Canet Epílogo de José Luis Trullo Ediciones Libros al Albur Sevilla, 2019 |
INSISTIR, PERSISTIR
El inesperado fallecimiento de Miguel Catalán (Valencia,1958-2019), Doctor
en Filosofía, profesor universitario, ensayista y autor de una abundante
producción paremiológica compilada en el volumen Suma breve (Trea, 2018) despertó el sentir solidario de muchos compañeros del
decir breve que homenajearon Al escritor a través de las páginas de la revista
digital El Aforista.com. Y sirve
también de homenaje la compilación Suma y
sigue –qué título más atinado- que se abre con una breve introducción de
Carmen Canet titulada “La ética en persona”. Tan vehemente titulación refrenda
la desconfianza en el ahora. Es sabido que vivimos un tiempo de valores
crepusculares, que pospone los elementos actitudinales marcados por la ética,
para enaltecer el positivismo funcional y el individualismo atroz que preside
nuestro tiempo. Miguel Catalán era rigor y afecto, compromiso con el ser, alejado del estropicio bullanguero del estar.
Carmen Canet recuerda la presentación de la antología Concisos en Madrid que supuso la posibilidad de
intercambiar saludos y proyectos futuros con los antologados. Así nació ese
intervalo afectivo y la colaboración en Diccionario
Lacónico (Sequitur, 2019), una impresionante obra colectiva impulsada por Miguel Catalán que
amaneció hace unos meses y en la que estuvo trabajando durante treinta años. Como recuerda la escritora almeriense asentada en
Granada, era “un libro de amistad” de ingenio, de laconismo y poda., un ejercicio de reflexión que buscaba la esencia bajo el epitelio de las palabras.
El conjunto seleccionado en
Suma y sigue, libro inédito que estaba en prensa cuando fallecíó el escritor, continúa perfilando la propuesta fragmentaria de Miguel Catalán. Como escribí en mis anotaciones
sobre su obra aforística completa “permite definir con lúcida solvencia el
carácter ontológico del aforismo y su evolución en el discurrir. El término
siempre está vinculado a un territorio de intersección entre literatura y
filosofía que es base común de todas las entregas”.
En la contundente concisión de sus textos se acoge la verdad de la
experiencia y se abre las manos a la formulación activa de la paradoja como
contraste ante una realidad de límites difusos y de cimentación movediza. Las
paradojas son semilla en los surcos sentimentales que enriquecen el barbecho de
la temporalidad y son lluvia frecuente en los campos semánticos que aglutina la
existencia en la plaza diaria de lo colectivo. Eso da pie a organizar los
textos por enunciados representativos que ponen en su formulación una clave
temática: “Amor atlético”, “Demasiada dignidad”, “Reminiscencias del
bachillerato”, “Malas noticias para la posteridad”… Al percibir esos
enunciados, asoma la cabeza la ironía, como si la partitura de la trascendencia
se interpretara en tono menor, en ese tono que transforma el decir filosófico
en hilachas de sentido común.
Los nuevos aforismos de Suma y sigue postulan la complejidad del trayecto cotidiano; formulan un diálogo de
asimetrías entre lo subjetivo y la realidad del entorno. Sus temas se asoman a las costuras de la experiencia. Se llenan de
matice, aunque estos a veces sean contradictorios o definan estados de ánimo
dispares, como si en su amanecida la escritura plegara pasos a la condición de
ser.
Ya se ha comentado que el libro se cierra con un epílogo de José Luis
Trullo, aforista, director de la mejor revista dedicada al género e incansable editor. Las palabras del andén final, acogidas bajo el epígrafe “Despedida (sin cierre)" recuerdan
afectos compartidos, intercambios de libros y palabras de aliento en proyectos
comunes, siempre alumbrados por la cartografía meditativa del aforismo. El
coordinador editorial de Libros al Albur resalta la generosidad de Miguel
Catalán y la particular estética del escritor en torno al decir breve: “Era el
suyo un aforismo muy característico, que se aleja de las fórmulas clásicas para
indagar en formatos mixtos”. Acierta plenamente Trullo en su mirada crítica;
Miguel Catalán expande el aforismo y lo acerca a la cita o la reflexión
sociológica, lo convierte en anécdota o suma a su carga expresiva enunciados lúdicos.
Suma breve descubría el
excelente volumen conceptual del decir fragmentario de Miguel Catalán y
catapultó a su autor a las primeras filas de aforismo contemporáneo. Suma y sigue
quiere ser una prolongación esencial, un mínimo muestrario que ahora ve la luz por primera vez y contiene la
introspección reflexiva de un escritor múltiple, la palabra afectiva de quien insiste en alzar la voz en la oquedad poblada del silencio.
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