miércoles, 13 de noviembre de 2019

MIGUEL CATALÁN. SUMA Y SIGUE

Suma y sigue
Miguel Catalán
Prólogo de Carmen Canet
Epílogo de José Luis Trullo
Ediciones Libros al Albur
Sevilla, 2019


INSISTIR, PERSISTIR


   El inesperado fallecimiento de Miguel Catalán (Valencia,1958-2019), Doctor en Filosofía, profesor universitario, ensayista y autor de una abundante producción paremiológica compilada en el volumen Suma breve (Trea, 2018) despertó el sentir solidario de muchos compañeros del decir breve que homenajearon Al escritor a través de las páginas de la revista digital El Aforista.com. Y sirve también de homenaje la compilación Suma y sigue –qué título más atinado- que se abre con una breve introducción de Carmen Canet titulada “La ética en persona”. Tan vehemente titulación refrenda la desconfianza en el ahora. Es sabido que vivimos un tiempo de valores crepusculares, que pospone los elementos actitudinales marcados por la ética, para enaltecer el positivismo funcional y el individualismo atroz que preside nuestro tiempo. Miguel Catalán era rigor y afecto, compromiso con el ser, alejado del estropicio bullanguero del estar.
  Carmen Canet recuerda la presentación de la antología Concisos en Madrid que supuso la posibilidad de intercambiar saludos y proyectos futuros con los antologados. Así nació ese intervalo afectivo y la colaboración en Diccionario Lacónico (Sequitur, 2019), una impresionante obra colectiva impulsada por Miguel Catalán que amaneció hace unos meses y en la que estuvo trabajando durante treinta años. Como recuerda la escritora almeriense asentada en Granada, era “un libro de amistad” de ingenio, de laconismo y poda., un ejercicio de reflexión que buscaba la esencia bajo el epitelio de las palabras.   
  El conjunto seleccionado en Suma y sigue, libro inédito que estaba en prensa cuando fallecíó el escritor, continúa perfilando la propuesta fragmentaria de Miguel Catalán. Como escribí en mis anotaciones sobre su obra aforística completa “permite definir con lúcida solvencia el carácter ontológico del aforismo y su evolución en el discurrir. El término siempre está vinculado a un territorio de intersección entre literatura y filosofía que es base común de todas las entregas”.
   En la contundente concisión de sus textos se acoge la verdad de la experiencia y se abre las manos a la formulación activa de la paradoja como contraste ante una realidad de límites difusos y de cimentación movediza. Las paradojas son semilla en los surcos sentimentales que enriquecen el barbecho de la temporalidad y son lluvia frecuente en los campos semánticos que aglutina la existencia en la plaza diaria de lo colectivo. Eso da pie a organizar los textos por enunciados representativos que ponen en su formulación una clave temática: “Amor atlético”, “Demasiada dignidad”, “Reminiscencias del bachillerato”, “Malas noticias para la posteridad”… Al percibir esos enunciados, asoma la cabeza la ironía, como si la partitura de la trascendencia se interpretara en tono menor, en ese tono que transforma el decir filosófico en hilachas de sentido común.
   Los nuevos aforismos de Suma y sigue postulan la complejidad del trayecto cotidiano; formulan un diálogo de asimetrías entre lo subjetivo y la realidad del entorno. Sus temas se asoman  a las costuras de la experiencia. Se llenan de matice, aunque estos a veces sean contradictorios o definan estados de ánimo dispares, como si en su amanecida la escritura plegara pasos a la condición de ser.
   Ya se ha comentado que el libro se cierra con un epílogo de José Luis Trullo, aforista, director de la mejor revista dedicada al género e incansable editor. Las palabras del andén final, acogidas bajo el epígrafe “Despedida (sin cierre)" recuerdan afectos compartidos, intercambios de libros y palabras de aliento en proyectos comunes, siempre alumbrados por la cartografía meditativa del aforismo. El coordinador editorial de Libros al Albur resalta la generosidad de Miguel Catalán y la particular estética del escritor en torno al decir breve: “Era el suyo un aforismo muy característico, que se aleja de las fórmulas clásicas para indagar en formatos mixtos”. Acierta plenamente Trullo en su mirada crítica; Miguel Catalán expande el aforismo y lo acerca a la cita o la reflexión sociológica, lo convierte en anécdota o suma a su carga expresiva enunciados lúdicos.
   Suma breve descubría el excelente volumen conceptual del decir fragmentario de Miguel Catalán y catapultó a su autor a las primeras filas de aforismo contemporáneo. Suma y sigue quiere ser una prolongación esencial, un mínimo muestrario que ahora ve la luz por primera vez y contiene la introspección reflexiva de un escritor múltiple, la palabra afectiva de quien insiste en alzar la voz en la oquedad poblada del silencio.



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