Quietud Fotografía de Javier Cabañero Valencia |
CON MAR DE FONDO
Sobre la arena las huellas frescas de
lo diario, el mirador del pensamiento.
La pasividad evidente del gobierno durante muchos días de agosto genera inquietud colectiva y el
chapoteo de los desacuerdos con las comunidades autónomas. La queja es estridente pero justa, como corresponde al
peso argumental de los contagios.
Yo también creo que la prevención evitaría el descontrol, pero no es solo una tarea gubernamental, sino un esfuerzo de todos por guardar un comportamiento cívico.
Cualquier
indagación expresiva requiere un tiempo de aprendizaje. Las exigencias y el rigor intelectual de cada formato llevan consigo un sostenido afán de estudio que es muy difícil de mantener aquí, con mar de fondo. Creo que es el periodo estival que menos he escrito.
Hay un lugar común que demuestra en cada amanecida su falsía semántica: "Los amigos de mis amigos son mis amigos". La sonoridad redundante de la expresión sirve más de estribillo de canción de verano que de brújula relacional. Notorios contactos personales de mis amigos son epílogos antes de nacer, como esas plantas aurorales que no llegaron a ninguna parte.
La caligrafía del diario da unidad diversa al hilo temporal. Hay tantos temas que visitar que los aportes llevarían a una intensa exploración interior. Lo dejo por ahora. He abierto la sombrilla y el azul calma los ojos y el pensamiento.
( Diario de verano)
Todo tan cierto. Un abrazo grande poeta!
ResponderEliminarUn saludo entrañable, Gabriela Rosas, estos días de pandemia y aislamiento no quitarán ni un gramo de voz a tu poesía y a tu afecto diario; entra agosto en su recta final. También concluye. Fuerte abrazo de nuevo, querida poeta.
EliminarAgosto Interminable.
ResponderEliminarUn abrazo de vuelta, poeta querido.
Otro para ti, Gabriela Rosas, aprendo a diario de tu incansable afán, de tu lucha fuerte por preservar la sonrisa y la alegría de tu belleza.
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