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UNO MÁS
En la trama erudita que puso como epílogo de La tierra baldía, T. S. Eliot anotó los desajustes psicológicos causados por las penosas expediciones polares. Shackleton y sus hombres padecieron extravíos, severas arritmias y espejismos. La propia identidad parecía desdoblarse, como si cada flanco evidenciara la compañía de uno más; alguien que animaba en silencio a no desfallecer del todo. Padezco el mismo síndrome. Cuando alzo los párpados, tras el temprano requerimiento de la luz, estoy conmigo.
(De Cuentos
diminutos)
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