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Espera
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CONSTRUCCIÓN DEL YO
El oficio oscuro del día
MANUEL ÁLVAREZ ORTEGA
Cuánto ridículo abarca la vista fragmentaria del yo.
Habla de sí mismo con solvencia insólita, como si conociese de corrido la estructura nómada de las corrientes marinas, la temperatura interior de un
volcán activo o la disolución exacta de la bruma.
Con la edad, el yo es un edificio de renta antigua; hay
grietas visibles y parte de su estructura se ha venido abajo.
Esa publicidad monolítica del espejo; nunca cesa de anunciarse a sí mismo.
Suponía que era el único
habitante de la galaxia, una identidad previa a Adán y Eva.
A diario hay que buscar al yo un estacionamiento subterráneo.
(De Pelear a la contra)
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