OTRA CIUDAD, LA
MISMA
En este mundo, nada está en su sitio,
empezando por el propio mundo.
EMILE CIORAN
. Es la segunda semana sin confinamiento y las aceras congregan un contagio de prisas. La certeza de la nueva normalidad se tensa con la esperanza de que el verano tenga una sonrisa plena de sombrillas desplegadas y azules Vuelco a Ávila, otra ciudad, la misma, en la que cada piedra se hace pensamiento desmandado, Como si caminase a trasmano, pongo lentitud
en la mirada y en los zapatos. Tengo la cabeza y el corazón a pájaros.
. Alguien habla en voz alta. Otro asiente a intervalos. Una multitud
conectada con un oído atento en la distancia. Sólo yo permanezco fuera de
cobertura. Quité el sonido al móvil y cuando lo enciendo me he perdido seis
llamadas, y una nube de mensajes me recuerda los asuntos literarios que hay que
programar. Debería ayudarme más a mí mismo; solo, no puedo.
. Pido un café con leche y abro un libro. Apenas leo unas líneas. Elijo
un ventanal que testifica el tránsito incesante. Frente a mí un asiento vacío y
esa caligrafía de la ausencia que escribe en lluvia oblicua. Otro cuaderno blanco que pide la escritura del poema. Y yo no estoy.
. En cada calle, el niño que yo fui, la voz que permanece anclada a la memoria. Los ojos en la epidermis mansa de otros días.
(Apuntes en Ávila)
Nada está en su sitio... Somos nosotros quienes estamos descolocados muy posiblemente. Interesante este apunte desde la ciudad de Ávila. Hay corazón y grata escritura.
ResponderEliminarDe Ciorán lo leí todo o casi todo. Interesantísimo filósofo.
Saludos.
Buenos días, Teo, muy agradecido por tu reflexión y comparto tu punto de vista; somos nosotros los protagonistas del cambio continuo, por eso nuestra percepción de los sitios que amamos, donde se cobijan pasadoy afectos, es otra. Y buena lectura Cioran; su nihilismo desasosiega, pero es un magisterio necesario para no dormir en lo prescindible. Fuerte abrazo.
Eliminar"Frente a mí un asiento vacío y esa caligrafía de la ausencia que escribe en lluvia oblicua. Otro cuaderno blanco que pide la escritura del poema. Y yo no estoy".
ResponderEliminarUna belleza, fuerte abrazo.
Buenos días, Gabriela, un viaje familiar en este tiempo de regreso ha marcado la agenda de estos días; seguimos en esa textura afectiva de lo necesario que hace de las obligaciones afectivas la única tarea. Seguro que mis libros y mis amigos sabrán disculparme. Gracias y un gran abrazo.
EliminarLa ausencia es necesaria en ese espacio de la creación. Aunque no estemos, el poema nos espera. Presiente nuestros pasos.
ResponderEliminarPlenamente de acuerdo, así que en esa espera seguimos en las calles de una ciudad que enlaza recuerdos y presente, con calles siempre intactas, distintas, renacidas. Un gran abrazo.
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