Cafetín Croché San Lorenzo del Escorial (Madrid) |
SPLEEN
El légamo grisáceo del hastío
ingiere tiempo y se abandona en mí.
Esclarece los ojos
en una incertidumbre nebulosa.
Si bordea las grietas,
tras el lento avanzar,
nunca encuentra trasfondo
y percibe los brotes del lenguaje
con el peciolo muerto.
Corta hilos
su terca mordedura,
mientras la débil luz,
súbitamente ajena,
convalida distancias.
Es la línea de fuga
que desgaja
el sendero furtivo apegado a las cosas.
A tientas, el hastío
se hace aliento secreto,
satura amniótico,
y no recela ser, inesperado,
un filamento rojo de sol frío
retraído en la noche.
ingiere tiempo y se abandona en mí.
Esclarece los ojos
en una incertidumbre nebulosa.
Si bordea las grietas,
tras el lento avanzar,
nunca encuentra trasfondo
y percibe los brotes del lenguaje
con el peciolo muerto.
su terca mordedura,
mientras la débil luz,
súbitamente ajena,
convalida distancias.
Es la línea de fuga
que desgaja
el sendero furtivo apegado a las cosas.
se hace aliento secreto,
satura amniótico,
y no recela ser, inesperado,
un filamento rojo de sol frío
retraído en la noche.
(De Nadar en seco)
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