Entre la niebla Archivo fotográfico 123RF |
ASCETISMO
Necesitaba
poco. Y lo poco que necesita, ya no es necesidad
Su proceder fue sumando
una inaudible sucesión de hábitos. Limó necesidades y alejó puentes hacia las cosas, hasta soportar un ascetismo
extremo, de rostro sombrío, hecho filo cortante de la renuncia. De noche no alteraba
costumbres. Cuando dormía, entre las escamas del cansancio, su imaginación buscaba un
hueco oculto. En él, no desfallece. Aloja siempre el mismo sueño.
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