Sal de Plata, Madrid, 2012 |
Párpados
Noche donde los párpados no cierran,
forzoso itinerario que incomoda,
pesadilla tenaz
de ese yo, niño frágil,
que se perdió en el tiempo;
verdecido repliegue,
irrumpo en ti sabiendo
guarecida la muerte en tu vacío.
Y si esta vez me elude
y desdeña la cita
existe la certeza de otro túnel,
otro encuentro pactado,
allí donde la sombra.
( De La noche en blanco, DVD, Barcelona, 2005)
Reencontrarse en uno mismo con los momentos en los que "un charco era un océano y la muerte lisa y llana no existía" es uno de los regalos que tenemos cuando el océano comienza a ser el estanque, el lago...y hasta el propio océano.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué reencuentro más entrañable, Amanda. Soy ese yo perdido en el tiempo que se asoma de nuevo a la transparencia de algún charco.
EliminarUn beso fuerte.
Ese yo que es otro y es el mismo, la esencia del ser que nos busca.
ResponderEliminarUn hermoso poema José Luis
Sí, estamos hechos de mutaciones sucesivas y por eso es posible el encuentro con nosotros mismos en cualquier esquina.
EliminarAbrazos.
Precioso, delicado y sutil. me gusta como tratas las palabras: en la justa medida para
ResponderEliminardecir lo que deben e insinuar lo que queremos que digan.
Amigo José Luis. Tengo que decirte - y no es broma- que tus libros los tengo en la mesilla. Los leí con la avidez de la impaciencia, y ahora lo estoy haciendo para ir desgranando cada verso y sacar todo su jugo, como dice el slogan de pipas facundo:
"Un placer de este mundo", Así me saben tus libros.
Un fuerte abrazo.
Un placer del afecto: así me saben a mí tus palabras. Me has malacostumbrado y cuando faltan tus reflexiones te busco por la casa del silencio, querido Paco.
EliminarYo también veo tu blog, percibo la continuidad de tu vocación literaria y sé que disfrutas muchísimo con la mano tendida de los libros.
Un fuerte abrazo.
Esta entrada inicia la colaboración con la fotógrafa Patricia Jiménez. Su nombre artístico es SAL DE PLATA. Con él figurará en las fotografías que ilustren el blog.
ResponderEliminarMe encantan dos cosas de sus imégenes: el sentido poético y la sensación de quietud suspendida.
Una delicia contar con amigos como ella para dar vida a mi literatura.
Abrazos y mil gracias, querida Patricia.