Ella
Este poema te pertenece
Apacible y real
o cada noche
una obsesión intrusa,
un trapecista
encaramado al sueño más lejano.
Cierzo sobre las horas,
frágil tacto de oro
que acaricia los cuerpos estivales,
posesión ilusoria,
laberinto;
sorpresa entre los restos
del último naufragio,
o compleja ecuación
que resuelve una suma
reiterativa,
extraña, irresoluble,
en la que el todo siempre
es mayor que la suma de las partes.
(de
Causas y efectos, Sevilla, 1997)
Qué bueno y que bien resuelves tus poemas, el final, muy aritmético pero justo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo..
No sé, Paco, si la palabra "aritmética" define bien el ser femenino. Con "Ella" nunca salen las cuentas; sigo aprendiendo a contar con los dedos. Un placer la piel cerquita de lo femenino, y un goce tu cercanía literaria y amistosa. Abrazos de los grandes.
ResponderEliminarPura sugerencia y sensualidad. Estoy con Paco: cierras estupendamente los poemas. Un abrazo.
ResponderEliminarLa amistad siempre vislumbra destellos, el desafecto percibe sombras. Así que siento cada vez que intercambiamos impresiones como si juntos hubiésemos vivido un tiempo común de literatura y existencia. Seguro que hay otra dimensión en el que hemos estado juntos. Hablamos pronto para planificar las actividades comunes. Abrazos.
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