David Minayo (Madrid, 1981) |
CAMPO DE PRUEBAS
El amor en tiempos de los desguaces de
coches
David MinayoEdiciones Vitruvio, Madrid, 2014
El primer libro de un poeta joven es un
campo de pruebas donde el personaje poemático pisa el acelerador a fondo, para
completar ese circuito mágico que mide la distancia entre poeta y lector. David
Minayo (Madrid, 1981) utiliza, a mi modo
de ver, un título lúcido y contundente como carta de presentación: El amor en tiempos de los desguaces de
coches.
El epígrafe sugiere una introspección meditativa, un deseo de
profundizar en los enlaces del yo y del otro en el transcurrir de un presente
que funciona como cronología operativa y en un escenario en el que se diluye el
espacio concreto para convertirse en un espacio multifuncional: el ámbito de lo privado no está exento del
laberinto urbano, su ventana no ignora el paisaje matérico de la ciudad y esas
periferias donde se instalan los cementerios de coches, una imagen que disuelve
el topos romántico para llenar el espacio afectivo de soledad, herrumbre y
óxido.
Esta
salida a descubierta requiere una inmediata definición de la identidad del
protagonista verbal: la afirmación se hace a contraluz. El ser asume la
condición precaria de un ángel caído; conocerse es aceptar el vacío y el
desmoronamiento, tomar conciencia de que las nubes azules se han disuelto. Sólo
queda la voluntad de ser y de existir para habitar un mundo cercano,
fragmentario y disperso. En ese estado florece el yo múltiple, la
necesidad de dar cobijo a la palabra “nosotros”, un plural capaz de superar el
aislamiento y transformarse en voz coral, la voz de un hombre que no ignora su
circunstancia histórica. Pero el tiempo doblega esa línea de afectos. La
complicidad se diluye y el diálogo a dos voces se transforma en la crónica de
un desamor que es sólo el fruto fértil de la soledad. Las palabras pronuncian
con el son quejoso de la elegía; se canta lo perdido. Hablan de una realidad
insulsa que ajusta sus coordenadas al vacío. La cronología marca un “tiempo de
posguerra” – qué definición más brillante hace el aserto empleado por el poeta
de cualquier derrota- en el que está enquistada la soledad, en el que lo vivido
parece una etérea construcción imaginaria: “El amor no existe / más allá de los
poetas. / No lo juzgues como algo real: / es un espejismo, una invención / que
se vierte en las neuronas ".
La incipiente propuesta de David Minayo
resulta compacta y bien construida. En ella convive el tono meditativo –aunque
sin esqueletos teóricos digresivos- y la voz conversacional, aderezada con un
abundante despliegue de imágenes en torno a los sentimientos. En ella, el amor
es un diálogo abierto, que busca en las palabras un cruce de caminos, la
intersección de tiempos claros en los que hallar conocimiento y verdad.
Exacto comentario sobre la poesía de David Minayo. Un abrazo, José Luis.
ResponderEliminarEres muy amable, Elena, es una alegría encontrar después de tantos meses otra vez tus palabras en este blog. La propuesta de David Minayo me ha gustado. Nuestro común amigo Fernando me ha traído cerquita novedades de una editorial, Vitruvio, que apenas seguía en mis lecturas y en el catálogo percibo nombres de interés.
EliminarAbrazos y lo dicho, muchas gracias.
Muchas gracias, José Luis, por incluirme en tu blog con esta reseña tan completa sobre mi libro. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarGracias a ti por dejarme un sitio para disfrutar de tu crónica de amor y desamor. Tu libro tiene imágenes sugerentes y no viene mal esa estampa del ahora como un desguace abierto al óxido y la herrumbre. Un placer, David, seguimos cerquita.
EliminarEstupenda reseña José Luis, como todas. David es un amigo muy especial para y no tengo dudas de que su poesía está destinada a brillar y evolucionar con enorme radiación y extensión en el tiempo. Puede estar muy contento de este comentario extenso y profundo sobre su libro. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, querido Fernando, por tus palabras; fuiste tu -y quiero dejar constancia aquí de esta circunstancia- quien me descubrió el trayecto todavía inédito del poeta; así que mi gratitud y mi alegría si mi lectura no te ha decepcionado. Abrazos.
EliminarUna reseña impecable y certera, como siempre amigo José Luis, del primer libro de David Minayo. Gran persona, gran poeta. Una voz nueva que va a dar mucho de qué hablar.
ResponderEliminarAbrazos para David, Fernando, y para ti.
Yo también tengo plena confianza en el quehacer poético de David Minayo. Su primer libro es una carta de presentación excelente y seguro que encontrará un espacio propio en el laberinto urbano de la literatura.
EliminarMis mejores deseos para tu tercer poemario, Abel, veo que estás muy activo en las presentaciones. Muchos éxitos.
Eres un artista david, un abrazo de tu vecino de toda la vida.cuarzo 8
ResponderEliminarSeguro que el libro será un éxito si cuenta con admiradores tan fervorosos como tú, Alfonso. Ahora corresponde dedicar un tiempo a los poemas y que la escritura no decepcione. Un abrazo.
EliminarMuchas gracias, Alfonso. Es grato verte por aquí. Un abrazo fuerte
EliminarComo ves, querido David, la literatura es también un campo de afecto. Y eso es extraordinario. Que tengas muchos lectores y que tu libro permanezca en los escaparates de la memoria. Un abrazo.
EliminarMuchas gracias, amigo José Luis; el tiempo nos dirá qué camino le tocó recorrer. Un abrazo fuerte y mi admiración sincera
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