Lo mismo digo, María José. Vuelvo ahora a casa, tras una larga jornada de convivencia y es una alegría percibir tus palabras, sentir que la mirada nunca está sola en sus trabajos y días. Abrazos.
Así es; la vida es ese empeño de sumar pasos hacia ninguna parte. Un abrazo cordial y la esperanza de algún camino compartido en la amistad y en la literatura.
Eres muy amable; la fotografía es un paisaje que recorro con frecuencia en Torre de la Sal, un pequeño pueblo siempre abierto y siempre hospitalario. Allí el horizonte nunca encoge, es una ventana abierta. Abrazos.
Punto de fuga.Confluencia impropia en el infinito.
ResponderEliminarLugar geométrico, huida de la mirada.
Encuentro en el horizonte del tiempo y el espacio.
Y el pensamiento buscando una senda por donde seguir; un abrazo fuerte. ya sabes que este blog es más habitable con tu compañía.
EliminarY la mirada se expande sobre su línea. Feliz fin de semana. Un abrazo.
ResponderEliminarLo mismo digo, María José. Vuelvo ahora a casa, tras una larga jornada de convivencia y es una alegría percibir tus palabras, sentir que la mirada nunca está sola en sus trabajos y días. Abrazos.
EliminarCerrar los ojos e imaginar que se alejarán mucho más. Caminar a ciegas, caminar...
ResponderEliminarAsí es; la vida es ese empeño de sumar pasos hacia ninguna parte. Un abrazo cordial y la esperanza de algún camino compartido en la amistad y en la literatura.
EliminarBonito haiku y bonita foto.
ResponderEliminarEres muy amable; la fotografía es un paisaje que recorro con frecuencia en Torre de la Sal, un pequeño pueblo siempre abierto y siempre hospitalario. Allí el horizonte nunca encoge, es una ventana abierta. Abrazos.
ResponderEliminarEs que no puedo remediarlo, me encanta. Un abrazo
ResponderEliminarEs que eres muy buena gente. No puedes remediarlo. Y tus lecturas tiene la calidez del abrazo diario. Gracias, Paco, de corazón, una vez más.
EliminarDesde la cercanía, gracias. Ha sido una sorpresa muy agradable. Besos,
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