Querido Hilario, vaya poema tu comentario; ya he ido aprendiendo a lo largo del tiempo que en ti la amistad es campo abierto, y en ese paisaje cuánta luz. Un fuerte abrazo.
Excelente haiku, Luz. Y un placer tu compañía. Comentaba ahora mismo a una amiga el sentido de la imagen: ese arbol agostado, que representa la quietud sedentaria y la soledad, cobija dentro nueva primavera, un manojo de flores y hojas nuevas. Un abrazo cordial.
Hola Tracy, cuando la actividad es muy intensa llega la noche y los ojos se cierran de cansancio; ante el espejo mira nuestra imagen la soledad de un yo cansado. Y al día siguiente un hilo de luz regresa desde el sueño y vuelve el optimismo y la compañía entrañable de gente como tú. Un fuerte abrazo.
Hola Jesús, escritura que dicta la pausa del cansancio, cuando es preciso hacerse árbol inmóvil para aguardar con los ojos cerrados la eclosión de lo renacido. Un fuerte abrazo.
Pero tú no estás solo. Tú eres un árbol lleno de pájaros, frutos y amigos. Un árbol con profundas raíces.
ResponderEliminarQuerido Hilario, vaya poema tu comentario; ya he ido aprendiendo a lo largo del tiempo que en ti la amistad es campo abierto, y en ese paisaje cuánta luz. Un fuerte abrazo.
EliminarSugerentes foto y haiku.
ResponderEliminarPermíteme que de deje este otro:
Camino largo.
Hace frío en la tierra.
Mis pies se cansan.
Luz del Olmo
Besos
Excelente haiku, Luz. Y un placer tu compañía. Comentaba ahora mismo a una amiga el sentido de la imagen: ese arbol agostado, que representa la quietud sedentaria y la soledad, cobija dentro nueva primavera, un manojo de flores y hojas nuevas. Un abrazo cordial.
EliminarNo veas cómo me identifico con estas palabras...
ResponderEliminarHola Tracy, cuando la actividad es muy intensa llega la noche y los ojos se cierran de cansancio; ante el espejo mira nuestra imagen la soledad de un yo cansado. Y al día siguiente un hilo de luz regresa desde el sueño y vuelve el optimismo y la compañía entrañable de gente como tú. Un fuerte abrazo.
EliminarMuy hermoso haiku, José Luis. Feliz tarde.
ResponderEliminarHola Jesús, escritura que dicta la pausa del cansancio, cuando es preciso hacerse árbol inmóvil para aguardar con los ojos cerrados la eclosión de lo renacido. Un fuerte abrazo.
EliminarSomos seres solitarios entre la multitud. Menos mal que la familia y los amigos nos sostienen José Luis. Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es Carmela, el tejido afectivo pone sobre la piel una defensa numantina, tapona grietas, y enciende el calor de mediodía. Abrazos.
EliminarMe gustan, José Luis, tu haiku, la imagen y la respuesta de Ele Bregón. Así que yo aporto el mío para que sigamos creando...
ResponderEliminarLaguna fría:
-tiritando los árboles-
tiemblan mis pasos.