Pasos perdidos |
DESAPARICIONES Y PASOS PERDIDOS
Desde hace varias semanas, no
estoy. Ignoro si mi ausencia es un ocaso momentáneo, o una voluntariosa huida
hacia la arena gruesa de un litoral lejano. Así que ando aplicado, con los magros sentidos que tengo todavía, en la tarea de encontrarme. No sé vivir a solas,
sin esa voluntad que me despierta en medio de la noche recordando el inventario de asuntos pendientes.
Durante algunos años pensé que
daba cuerpo a un sujeto centrípeto y sin fracturas, destinado a vivir en el previsible monolito
de mi identidad. Nunca imaginé esa atracción interna por la vida nómada. Me doy prisa en la búsqueda,
antes de que empiece a olvidarme.
(Del libro en preparación Cuentos diminutos)
El paciente lector de estos puentes de papel recordará que el poeta Hilario Barrero editó e ilustró en sus colección "Cuadernos de Humo" una selección de estos cuentos diminutos. El libro sigue un crecimiento lento y natural en el que predomina el color crepuscular, esa gabardina en color gris marengo que llamamos incertidumbre.
ResponderEliminarPerderse de vez en cuando es una buena costumbre que no debería de perderse -valga la redundancia-. La incertidumbre es lo que nos lleva a seguir apoyando aquello que tanto ha costado. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPasear por los interiores del ser es siempre un ejercicio recomentable y terapético. En él me aplico, querido Paco. Un gran abrazo.
EliminarEs bonito, y hasta conveniente, el "perderse" así, como tú haces.
ResponderEliminarUn abrazo.
Somos náufragos de sentimientos y emociones. Ellos nos traen y nos llevan en un incansable viaje por las aguas del tiempo. Un abrazo cordial, querido Rafael.
EliminarSer conscientes de nuestra ausencia en la vida de otros es importante, pero lo es más percatarnos de nuestros "pasos perdidos". Excelente texto, José Luis
ResponderEliminarGracias, José Luis, por dedicar un poco de tu tiempo a mis relatos. Que tengas un gran fin de semana y que lo laborable nos siga dejando un itinerario lleno de amistad y literatura.
EliminarGracias. Un abrazo.
EliminarA veces las desapariciones son inevitables y hasta saludables.
ResponderEliminarOcaso de un momento o huida consciente, el sentimiento nos lleva hacia la orilla deseada.
¡Qué fácil y gratificante es leerte! Gracias, José Luis. Abrazos.
Un cuentecillo sobre la identidad, querida María, uno de esos temas de perenne duración que asoman a diario en la escritura de nuestro tiempo. Muchas gracias por tu generosidad y un fuerte abrazo.
EliminarNo es exageración, es que me encanta como escribes.
ResponderEliminarY a mí me encanta que siempre tengas un poco de tiempo dispuesto en el salón de las palabras. Es extraordinario pensar que este diálogo digital se ha convertido en una costumbre. Un fuerte abrazo.
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