Hola María, un placer tenerte cerquita en la amistad y en los afectos; no sé si estás de acuerdo pero se respira un aire de pesimismo social y de esperanzas maltrechas. Así que hay que aplicarse en buscar también belleza en lo caduco... Un fuerte abrazo.
Que no es nunca una derrota personal sino un estado de ánimo de los que se van dejando en el trayecto certezas, sueños, utopías... Un gran abrazo y muchas gracias por tu cercanía.
Cierran un negocio en el que yo compraba... y es como si cerraran una parte de mí (más aún si es una librería). En parte, además, me siento culpable. Como cuando cierran un cine: si yo hubiera ido más frecuentemente a ver películas, quizá no lo habrían cerrado. (Es absurdo, claro, pero inevitablemente me viene esa idea a la cabeza.)
Yo creo que todos nosotros estamos hechos de costumbres y rutinas y cuando alguna de ellas se apaga crece la sensación de fuera de sitio. Y hay que seguir, buscando amanecida en otra idea, en otro sueño. Un gran abrazo.
Naturalmente que sí, Tracy, las liquidaciones por derribo despejan el paisaje y son umbral de amanecida para nuevos retos. Un abrazo cordial desde Rivas, con sol de agosto prematuro y cansino... Que hay mucho que hacer.
Consejo maravilloso, querido Paco, la derrota es solo un atajo que no dejó en el buen camino. Y seguimos en la senda diaria, con los bolsillos llenos de voluntad y afectos. Un fuerte abrazo.
Gracias a ti por hacer de la escritura un diálogo sostenido, una mirada con palabras nuevas. El haiku es una señal de ese tiempo de erosiones y desconcierto que marcan nuestros relojes. Yo me empeño a diario en ir buscando razones de vida, itinerarios para el optimismo... Pero la nada está ahí, inadvertida, fuerte, pesimista...Abrazos, querido Antonio.
Es magnífico pasear por tus palabras, imaginando lo que hay en tu pensamiento cada día. Un abrazo, Poeta.
ResponderEliminarHola María, un placer tenerte cerquita en la amistad y en los afectos; no sé si estás de acuerdo pero se respira un aire de pesimismo social y de esperanzas maltrechas. Así que hay que aplicarse en buscar también belleza en lo caduco... Un fuerte abrazo.
EliminarVersos que atraviesan, José Luis. Sí, hay que asumir nuestra derrota.
ResponderEliminarQue no es nunca una derrota personal sino un estado de ánimo de los que se van dejando en el trayecto certezas, sueños, utopías... Un gran abrazo y muchas gracias por tu cercanía.
EliminarCierran un negocio en el que yo compraba... y es como si cerraran una parte de mí (más aún si es una librería). En parte, además, me siento culpable. Como cuando cierran un cine: si yo hubiera ido más frecuentemente a ver películas, quizá no lo habrían cerrado. (Es absurdo, claro, pero inevitablemente me viene esa idea a la cabeza.)
ResponderEliminarSandra Suárez
Yo creo que todos nosotros estamos hechos de costumbres y rutinas y cuando alguna de ellas se apaga crece la sensación de fuera de sitio. Y hay que seguir, buscando amanecida en otra idea, en otro sueño. Un gran abrazo.
ResponderEliminarHay que luchar contra las derrotas.
ResponderEliminarNaturalmente que sí, Tracy, las liquidaciones por derribo despejan el paisaje y son umbral de amanecida para nuevos retos. Un abrazo cordial desde Rivas, con sol de agosto prematuro y cansino... Que hay mucho que hacer.
EliminarAmigo José Luis, no hay derrota para aquel que no lo ha intentado. Y si lo intentas siempre ganas algo. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarConsejo maravilloso, querido Paco, la derrota es solo un atajo que no dejó en el buen camino. Y seguimos en la senda diaria, con los bolsillos llenos de voluntad y afectos. Un fuerte abrazo.
EliminarJosé Luis, intenso haiku con olor a caída involuntaria o colapso provocado. Gracias compañero poeta por tu fino hilar.
ResponderEliminarSaludos poéticos.
Gracias a ti por hacer de la escritura un diálogo sostenido, una mirada con palabras nuevas. El haiku es una señal de ese tiempo de erosiones y desconcierto que marcan nuestros relojes. Yo me empeño a diario en ir buscando razones de vida, itinerarios para el optimismo... Pero la nada está ahí, inadvertida, fuerte, pesimista...Abrazos, querido Antonio.
Eliminar