Constato que el silencio no duró mucho; por la tarde tomó la palabra de nuevo y ahora sigue a voz en grito, entre la euforia del jardín y el tecleo sonoro del cristal de la buhardilla...
La lluvia es un elemento habitual del paisaje asturiano, pero en la meseta sus silencios son tan prolongados que casi nos hacen alquilar los paraguas... Un gran abrazo, poeta, y feliz jornada
Constato que el silencio no duró mucho; por la tarde tomó la palabra de nuevo y ahora sigue a voz en grito, entre la euforia del jardín y el tecleo sonoro del cristal de la buhardilla...
ResponderEliminarLa lluvia es más inteligente que muchas personas.
ResponderEliminarUn beso.
Y desprende una calidez tangible que hace feliz a cualquier hora. Un gran abrazo, Tracy.
EliminarBello haiku, José Luis.
ResponderEliminarLa lluvia es un elemento habitual del paisaje asturiano, pero en la meseta sus silencios son tan prolongados que casi nos hacen alquilar los paraguas... Un gran abrazo, poeta, y feliz jornada
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