Joan Manuel Serrat (Barcelona, 1943) |
COHERENCIA
A los que se callan, o asienten,
como en aquel poema de Bertolt Brecht
El lápiz censor del
independentismo radical quiere borrar el perfil en el tiempo de Joan Manuel
Serrat (Barcelona, 1943). Es un hombre libre que no apoya una consulta fraudulenta, excluyente, sin garantías. Además no se fía de los convocantes porque no reconocen o vulneran las leyes que regulan nuestra convivencia. Esa actitud le ha convertido en isla. Es un litoral abierto donde arrojan todo el detritus los que se sienten iluminados en la misión marciana de ser
solos, únicos, superiores, garantes puros de los genes tribales… Pero Serrat, nacido en una familia humilde del extrarradio barcelonés, hijo de padre anarquista y opositor activo del franquismo, es la mejor expresión de Cataluña, un valor perdurable, paradigmático. Protagoniza una biografía comprometida con la izquierda y la defensa explícita de libertades y valores, así que aguantará firme el silencio de los equidistantes, y la
estupidez inquisitorial para salir reforzado ante los ojos de muchos ciudadanos. La gente común verá en sus palabras la fuerza de quien no se doblega ante el discurso del odio y la
calle.
Joan Manuel Serrat ha hecho de la canción un
género literario en el umbral de la poesía. Sus temas cuentan historias con
gran fuerza emocional. Son himnos colectivos, semillas germinales de verdad y belleza. Dejan la sensación
de que expresan los latidos de un corazón colectivo, que habita un lugar público y compartido. Su trayecto creador ha musicado la voz de poetas como Antonio Machado, Miguel Hernández y Federico García Lorca, y dejó memoria de canciones latinoamericanas con versiones de Víctor Jara y Violeta Parra, dando paso al conocimiento popular de otros folcklores.
Es insólito, en el estruendo oxidado del independentismo, tener que justificar
el papel vanguardista de Joan Manuel Serrat en la cultura catalana contemporánea y
en la española, mientras diputados analfabetos se apropian de las
esencias patrias con modos de tahúres del oeste, y antisistemas
reconvertidos en funcionarios balbucean laberintos volátiles.
Vuelvo a mis discos de vinilo
para recuperar aquellos que marcaron mi amor a las palabras. Acaricio cubiertas de Paco Ibáñez, Labordeta, Luis Eduardo Aute, María del Mar Bonet, Pablo Guerrero; saco al sol de la memoria los discos de Joan Manuel Serrat, aquellos que dejaron en el surco un acento propio; la letra y música de la coherencia.
En la noche oscura de las cacerolas, oigo Mediterráneo.
En la noche oscura de las cacerolas, oigo Mediterráneo.
Para muchos es imposible leer muchos poemas de Machado, Miguel Hernández o León Felipe sin que mentalmente suene de fondo la música y la voz de Serrat.
ResponderEliminarEl nacionalismo hace mucho daño a todos, y uno de los males que yo más acuso (aunque no el más importante) es haberme hecho aborrecer a alguien que admiré en otro tiempo: Lluis Llach.
Sandra Suárez
Querida Sandra, el nacionalismo ha sembrado fracturas y discordias en la convivencia y ha dado voz a pancarteros ominosos que hacen de la inteligencia un museo arqueológico. Pero no hay que odiar a nadie, ni a gente como Lluis llach que se ha posicionado en la discordia y en el ADN. Sencillamente, lo mejor es ignorar, sandra, no está en mi lista de cantautores ni en la de muchos amigos que ven en su arribismo solo un naipe de tahúr.
EliminarYa lo dice nuestro amigo Paco Castaño en uno de sus últimos libros:
ResponderEliminarTodo nacionalismo me da asco:
catalán, español, gallego, vasco.
En un mundo donde cada día todo se acerca, donde la globalidad, para bien y para mal, se instala en cada rincón del mundo, se entiende malamente ese afán de dividir y aspirar a nuevos reinos de Taifas. Al menos, yo no lo entiendo.
A quien sí entiendo, y sigo y disfruto con él, es al maestro Serrat, que, una vez más, ha demostrado sensatez y coherencia.
En cuanto a Llach, yo seguiré escuchando sus viejos discos (hasta Astres, creo que los tengo todos), y procuraré disociar al hacerlo la voz del creador de la del político metido a redentor.
Gracias por la entrada, José Luis: razonada y oportuna. Un fuerte abrazo.
Gracias a ti por hacer de la palabra un espacio de convivencia y diálogo, querido poeta; las cosas están tan brumosas que uno teme que el marco colectivo salte por los aires. Sería el mayor logro del fanatismo... Así que esperemos que siga sonando firme la música feliz de los afectos.
EliminarBuen dia mi querido amigo Jose Luis, aunque española no soy ni estoy al corriente de las tendencias políticas de tu amada patria, pues es nuestra madre patria y nuestra cultura tiene sus cimientos en la española, desde la época de la conquista 1492, la colonia y toda una constante presencia. Así como nuestra arquitectura hermosa de pueblo, templos, lugares que son una extensión de nuestra querida españa, tambien su música e interpretes han sido parte nuestra, hemos tarareado melodías donde se habla de la madre patria es mas tenemos ciudades con nombres de tus ciudades, son raíces fuertes y profundas. Juan Manuel Serrat es una de ellas, amamos sus poemas musicales, su mediterráneo, sus letras a veces de protesta ante la injusticia, ante los gobiernos, mas eso no lo convierte en una isla. Es un icono, es grande, es parte del arraigo Español, es España..
ResponderEliminarLa verdad es muy sencilla, querida Consuelo, una parte de una comunidad española, Cataluña, quiere desgajarse del resto de España a través de una consulta ilegal que no respeta la constitución mayoritaria vigente y aprobada por todos los españoles. Joan Manuel Serrat, cantautor catalán y uno de los máximos valores de su cultura, ha denunciado que ese referendum no respeta las reglas democráticas y eso ha provocado todo tipo de insultos y descalificaciones al cantautor. Yo reivindico su ética y su admirable conducta ciudadana. Y agradezco a Serrat que denuncie la manipulación independentista. Un abrazo y gracias por tu interés. España es un gran país, Consuelo.
EliminarMediterráneo, mi canción preferida...
ResponderEliminarQuerida María José, yo no sabría resumir el trayecto de Joan Manuel Serrat en una sola canción; tiene casi quinientos temas y es como si a un poeta le exigiesen seleccionar solo un texto de toda una vida de trabajo. Pero es verdad que por su música y su letra "Mediterráneo" es una celebración social, una elegía de convivencia, un himno. Muy agradecido por encontrarte aquí, María José; suerte de corazón en tu labor poética.
EliminarSi, conozco su obra, pero a veces una canción se empeña una y otra vez en formar parte de la banda sonora de una persona. Casualidades.
ResponderEliminarSucede con frecuencia, María José, con un poema, un libro, una canción que parece haber sido compuesta para nosotros solos. Así que solo queda disfrutar de la misma como si fuese un diálogo cordial con la belleza. Abrazos
EliminarA Serrat, que no me lo toquen
ResponderEliminarPienso lo mismo, Tracy, ya sería el colmo que en esta limpieza de sangre ideológica que han emprendido los secesionistas se dejaran máculas sobre trayectorias tan ejemplares como la de Joan Manuel Serrat: una pena. Abrazos tristes.
EliminarQué buen y valiente post José Luis. Vivimos últimamente unos tiempos en los que decir lo que se piensa empieza a convertirse en un acto valiente y de rebeldía. Personalmente no puedo estar más en contra de un proceso que no respeta no sólo la Ley sino al resto de compatriotas españoles. a mí todo esto me parece una especia de locura colectiva que ha germinado. Veremos el remedio, si lo tiene...
ResponderEliminarSaludos y feliz semana para ti José Luis.
Sandra.
Repites letra a letra mi pensamiento, querida Sandra, con similar tristeza; sí, es una locura colectiva, un iluminismo ideológico que llenará la calle de cristales rotos. Es demoledor que un país tan hermoso contenga en sus árboles el afán destructor de la termita... Abrazos, tristes, Sandra. Quedan las voces de gente como Joan manuel Serrat que escriben una hermosa historia de cultura y coherencia.
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